Bruselas, 4 nov (EFE).- Las delegaciones del Consejo de la Unión
Europea (UE) y del Parlamento Europeo que negocian el nuevo marco
legislativo de las telecomunicaciones se muestran "optimistas" ante
la posibilidad de llegar a un acuerdo definitivo sobre el texto esta
noche, y solventar así sus diferencias sobre el acceso a internet.
El desacuerdo entre países y eurodiputados radica en una enmienda
incluida por el Parlamento pero que no es aceptada por el Consejo,
que afirma que no se impondrán restricciones a los derechos
fundamentales y libertades de los usuarios "sin una orden judicial",
salvo cuando se vea amenazada la seguridad pública.
A las 19.00 GMT comienza la primera reunión del comité de
conciliación convocado para intentar cerrar definitivamente el
"llamado paquete Telecom".
Los parlamentarios podrían aceptar cambiar la expresión de la
enmienda por un lenguaje más "general", dado que incluir
explícitamente "orden judicial" podría sugerir una armonización de
las legislaciones nacionales de los Veintisiete -diferentes en cada
país-, algo que no puede contemplar un marco legislativo concebido
como eminentemente económico, indicaron a Efe fuentes comunitarias.
Además, señalaron que esa expresión no tiene por qué significar
un "juicio justo" para el usuario que, por ejemplo, descargue de
internet habitualmente contenidos protegidos por derechos de autor
de forma ilegal.
Las fuentes subrayaron su "optimismo" dado que prácticamente la
totalidad de los 27 eurodiputados que forman la delegación de la
Eurocámara, encabezada por el vicepresidente del Parlamento y
eurodiputado español Alejo Vidal-Quadras (PPE), son favorables a
llegar a un acuerdo en esos términos que mantenga igualmente la
protección de los derechos fundamentales de los internautas.
De ese grupo de eurodiputados sólo dos, de los Verdes y del
Partido Pirata, mantendrán su apoyo incondicional a la antigua
enmienda 138 y a la exigencia de una orden de un juez para cortar el
acceso a internet, aunque no es necesario que haya unanimidad dentro
del grupo negociador y una mayoría simple bastaría para determinar
la postura final del Parlamento, apuntaron las fuentes.
Los europarlamentarios liberales en el grupo ya han advertido en
un comunicado de que "no cederán a las presiones del Consejo para
debilitar los derechos fundamentales y libertades de los usuarios de
internet, sin un procedimiento previo que respete el principio de
presunción de inocencia", aunque no aluden explícitamente a una
sentencia de un juez.
Si hoy no hubiese un consenso, en cualquier caso, los equipos
negociadores tendrán oficialmente entre seis y ocho semanas para
cerrar un texto común, que posteriormente tendría que ser ratificado
por los ministros y por el pleno de la Eurocámara.
El comité de conciliación es la última fase de las negociaciones,
en el que el Parlamento y el Consejo tratarán de llegar a un acuerdo
y evitar que el texto, que se tramita desde 2007, decaiga y la
Comisión Europea tenga que proponer una nueva legislación.
El nuevo marco regulador que la UE intenta sacar adelante
pretende actualizar las leyes comunitarias sobre las
telecomunicaciones e incrementar la competencia en el sector, entre
otros propósitos. EFE