Washington, 2 mar (EFE).- A pesar de las disculpas de los
directivos de Toyota, los consumidores estadounidenses siguen
castigando al fabricante japonés que en febrero perdió un 8,7 de sus
ventas, mientras que sus competidores disfrutaron de subidas
generalizadas.
Ni las disculpas del presidente de Toyota, Akio Toyoda, en el
Congreso estadounidense ni las aceleradas reparaciones que los
concesionarios de la compañía están realizando en los modelos
llamados a revisión calman las inquietudes de los consumidores
estadounidenses.
En febrero, Toyota vendió poco más de 100.000 vehículos y se
colocó en tercer puesto en ventas en el mercado estadounidense, por
detrás de Ford y General Motors (GM), cuando hace escasos meses
parecía capaz de superar a GM y convertirse en el fabricante de más
ventas en EE.UU.
Pero las masivas llamadas a revisión y el aumento de los reportes
sobre accidentes relacionados con los problemas de aceleración están
calando en el público.
No es de extrañar que los modelos afectados por las llamadas a
revisión han sido los más afectados en las cifras mensuales de
ventas.
La demanda del Toyota Camry, la berlina media de más ventas en
Estados Unidos durante más de una década, cayó un 19,8 por ciento y
del Toyota Avalon, otro de los modelos más mencionados durante las
vistas en el Congreso, un 65,1 por ciento.
También de forma significativa, las pérdidas del fabricante se
concentraron en la división Toyota mientras que la marca de lujo
Lexus consiguió terminar el mes con una subida de las ventas del 5,2
por ciento.
Mientras, la competencia se aprovechaba de la situación.
Ford, que se está beneficiando de los problemas actuales de
Toyota y del turbulento 2009 de GM y Chrysler, experimentó una
fuerte subida de la demanda, el 43,1 por ciento, y terminó febrero
con la venta de 142.285 vehículos.
La cifra de Ford superó sólo en 334 vehículos la de GM pero fue
suficiente para que la marca del óvalo azul se colocase en el punto
más alto de la tabla de ventas por primera vez desde 1998.
GM, que hoy anunció una nueva reestructuración de su cuerpo
directivo en Norteamérica con el nombramiento, entre otras medidas,
de un nuevo director para Cadillac, consiguió terminar el mes con un
aumento del 11,5 por ciento de sus ventas.
Mark Reuss, presidente de GM en Norteamérica, justificó los
cambios estructurales porque "para tener éxito en Norteamérica
necesitamos la mezcla apropiada de productos, personas y estructura.
Hemos trabajado con un pequeño grupo de ejecutivos para alinear este
modelo y colocar los mejores candidatos para cada puesto".
Mientras, Chrysler vendió 84.449 vehículos (339 vehículos más que
en febrero del 2009), el grupo Honda 80.671 vehículos (un 12,7 por
ciento más) y Nissan 70.189 vehículos (un aumento del 29,4 por
ciento).
Pero las ganancias de Ford, GM y el resto de fabricantes frente a
Toyota también han tenido un coste.
Según dijo hoy Edmunds.com, que analiza el sector del automóvil
en Estados Unidos, en febrero Toyota fue el que menos dinero gastó
en incentivos económicos para promocionar la venta de sus vehículos.
En primera posición se sitúa el Grupo Chrysler con 3.388 dólares
por vehículo, seguido de Ford con 3.301 dólares y GM con 3.434.
Mientras, Toyota sólo proporcionó 1.833 dólares de incentivos por
vehículo vendido.
Según Jessica Caldwell, directora de análisis sectorial de
Edmunds.com, "el gasto en incentivos aumentó el mes pasado entre la
mayoría de grandes fabricantes a medida que intentaban atraer los
compradores de Toyota hacia sus marcas".
La guerra de los incentivos se incrementará en los próximos meses
a medida que Toyota intenta recuperar mercado.
"Toyota necesita estar competitivo en esta área a la vez que
reconstruye la confianza en sus vehículos", añadió Caldwell. EFE
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