Buenos Aires, 6 oct (EFE).- Trabajadores de la filial argentina
de la fabricante estadounidense de alimentos Kraft rechazaron hoy
una propuesta de la empresa de reincorporar a otros 20 empleados que
habían sido despedidos, aunque se comprometieron a retomar este
viernes las negociaciones.
"No hay ningún acuerdo", destacó el delegado sindical Ramón
Bogado al cabo de una extensa reunión que mantuvieron los
trabajadores con representantes de la compañía en la sede del
Ministerio de Trabajo.
Bogado respondió de esa manera al ser consultado sobre la nueva
propuesta que hizo hoy la empresa, que consiste en la
reincorporación de 20 empleados más del total de 122 que fueron
despedidos y suspendidos.
Esta iniciativa se suma a otra que Kraft efectuó el pasado
viernes, en la que se comprometía a reincorporar a 30 de los
trabajadores cesados.
Tras reiterar que no hubo acuerdo, Bogado se quejó por esta
"propuesta unilateral" e instó a los trabajadores a "no bajar las
banderas de la lucha y a marchar hacia la Plaza de Mayo", frente a
la sede del Gobierno.
No obstante, reconoció que el viernes volverá a encontrarse con
representantes de la empresa en la cartera laboral y dijo que se
reunirá en las próximas horas con Hugo Moyano, líder de la
Confederación General del Trabajo (CGT), la mayor central obrera del
país, para pedir su colaboración en la resolución del conflicto.
Mientras se llevaban a cabo las reuniones, trabajadores de la
compañía, secundados por estudiantes universitarios y militantes de
grupos de izquierda, volvieron a bloquear calles de Buenos Aires,
tal como lo vienen haciendo en las últimas semanas.
El conflicto en Kraft Foods de Argentina, que emplea a unos 2.700
trabajadores, comenzó en julio pasado a raíz de reclamos salariales
y de mayores medidas de higiene ante la pandemia de la gripe A.
La planta que la empresa tiene en la localidad bonaerense de
Pacheco fue ocupada por los trabajadores a mediados de agosto,
cuando la firma despidió a 160 empleados, de los cuales 86 reclaman
su reincorporación.
Tras un violento desalojo hace algunos días, la fábrica retomó la
actividad la semana pasada en medio de múltiples protestas y
bloqueos en la carretera Panamericana, junto a la planta, y en las
calles de Buenos Aires.
A raíz de los disturbios, la empresa suspendió a otros 36
trabajadores.
Además de este conflicto, los representantes sindicales de la
fábrica tienen serias diferencias con el gremio que agrupa a los
trabajadores del sector de la alimentación, que está alineado con el
Gobierno de Cristina Fernández. EFE