Washington, 10 jun (EFE).- Los principales directivos de la
petrolera BP fueron convocados a una reunión en Washington el 16 de
junio, en la que participará el presidente Barack Obama, para hablar
del desastre ocasionado por el vertido de crudo en el Golfo de
México.
La carta fue remitida hoy por el almirante del Servicio de
Guardacostas, Thad Allen, al presidente del Consejo de
Administración de BP, Carl-Henric Svanberg, al que invita al
encuentro para hablar del "devastador" vertido, del que dice que BP
es "financieramente responsable".
En la carta, Allen indica al presidente del Consejo de
Administración que lleve a la reunión a los directivos que considere
convenientes, por lo que también podría asistir el consejero
delegado de BP, Anthony Hayward, que ha encabezado la respuesta de
la compañía al desastre.
Por parte del Gobierno estadounidense asistirán altos
funcionarios, si bien la carta afirma que el "presidente Obama
participará en una porción de la reunión".
El encuentro se producirá el próximo miércoles 16 de junio, justo
un día después de que Obama regrese de un viaje a los estados de
Misisipi, Alabama y Florida, para comprobar los daños del vertido.
Será el cuarto viaje de Obama a la zona afectada por el derrame
desde su inicio, tras la explosión y hundimiento en el mar el 20 de
abril de la plataforma petrolera Deepwater Horizon.
No obstante, hasta ahora Obama solo había visitado Luisiana, y
todavía no se había desplazado a la costa de los estados colindantes
y también afectados por el vertido.
Será, además, la visita más larga realizada tras el vertido, pues
se prolongará durante dos días, lunes y martes.
Obama no se ha reunido hasta ahora con los altos directivos de
British Petroleum, compañía a la que el Gobierno hace responsable
del vertido.
De hecho, en la carta remitida hoy, Allen deja claro que BP es
"financieramente responsable" de todos los costes derivados del
vertido, "lo que incluye los esfuerzos para parar el vertido del
pozo, reducir la expansión del crudo, proteger la costa y mitigar
los daños, así como proveer apoyo a largo plazo para que las
personas y las comunidades puedan recuperarse".
"El vertido de (la plataforma petrolífera) BP Deepwater Horizon
está teniendo un profundo impacto en la vida de los estadounidenses
en el Golfo de México y el tiempo es esencial para resolver estos
temas", apunta Allen.
Añade, al concluir la misiva: "nuestro Gobierno no descansará o
se dará por satisfecho hasta que se pare el flujo de crudo del pozo,
se contenga y se limpie la mancha, y los habitantes del Golfo sean
capaces de retomar sus vidas". EFE