Nueva York, 10 may (EFE).- Un nuevo formato de transmisión
inalámbrica de datos permitirá que las conexiones por Wi-Fi sean
dentro de dos años hasta diez veces más rápidas que las actuales,
anunció hoy el grupo sectorial estadounidense Wi-Fi Alliance.
Esa organización con sede en Texas, propietaria de la marca Wi-Fi
y encargada de certificar que los aparatos electrónicos cumplen los
estándares de esa tecnología, se ha aliado con uno socio similar
japonés, Wireless Gigabit Alliance (WiGig Alliance) para difundir
las especificaciones de ese nuevo formato.
Con ellas todo el sector podrá trabajar sobre los mismos
estándares, lo que permitirá que las aplicaciones y dispositivos que
se desarrollen con esa tecnología, que ocupará la banda de 60
gigahercios, sean compatibles entre sí.
Con una conexión Wi-Fi de tan amplio ancho de banda, de 60
gigahercios frente a los 2,4 y 5 gigahercios sobre los que opera el
Wi-Fi convencional, se podrán realizar tareas ahora imposibles o
excesivamente lentas.
Uno de los ejemplos que antes se podrán ver en el mercado será la
transmisión inalámbrica de una película en alta definición desde un
reproductor o un ordenador personal a la televisión, sin necesidad
del cable HDMI que se suele utilizar ahora.
"La conexión de dispositivos a 60 gigahercios supondrá una
emocionante mejora en las capacidades de Wi-Fi de hoy en día.
Aumentará la utilidad de tecnologías utilizadas por cientos de
millones de personas cada día", aseguró el responsable ejecutivo de
Wi-Fi Alliance, Edgar Figueroa, en un comunicado.
El presidente y consejero delegado de WiGig Alliance, Ali Sadri,
añadió al respecto que ahora que las "especificaciones se han
completado y publicado, es el momento para poner la vista en lograr
una gran experiencia para el usuario".
Sobre una banda de 60 gigahercios la velocidad de transmisión
inalámbrica de datos podrá medirse en gigabytes por segundo,
mientras que con el actual estándar de Wi-Fi esos intercambios se
miden por tan sólo decenas de megabytes por segundo, explicaron los
responsables de ambas agrupaciones.
La generalización de este estándar, que requerirá al menos dos
años, podría ser realmente el comienzo de las redes informáticas sin
cables en el hogar, aunque su alcance será más reducido, por lo que
la señal podría tener problemas para superar las paredes que separan
dos habitaciones, por ejemplo. EFE