Nueva York, 16 dic (EFE).- El banco suizo Credit Suisse aceptó
pagar una multa de 536 millones de dólares para cerrar una causa que
tenía abierta en Estados Unidos por haber gestionado fondos iraníes
en este país, informó hoy la Fiscalía de Manhattan.
La oficina del fiscal Robert Morgenthau detalló que el banco
reconoció que violó las normas del estado de Nueva York por
falsificar los documentos de una institución financiera, al permitir
que clientes suyos de Irán, Libia y Sudán, entre otros, tuvieran
acceso al sistema financiero estadounidense pese a que habían sido
sancionados por las autoridades de este país.
"Credit Suisse ha aceptado adherirse a las mejores prácticas de
transparencia de la banca internacional, cooperar con las
investigaciones en marcha, emprender una revisión interna de pasadas
transacciones y pagar 536 millones de dólares en multas", explicó la
oficina de Morgenthau.
La mitad del dinero irá a parar a las autoridades federales y la
otra se repartirá a partes iguales entre la ciudad y el estado de
Nueva York.
Morgenthau detalló que las investigaciones sobre este caso han
durado cerca de dos años y destacó su importancia "a la vista de los
recientes acontecimientos ocurridos en Irán, incluida la represión
de derechos humanos fundamentales y los continuos esfuerzos de Irán
por conseguir misiles balísticos y avanzar en sus aspiraciones
nucleares".
"Este caso muestra lo que ocurre cuando un muy importante banco
ignora las sanciones y mueve dinero de un régimen peligroso y
represivo. Los bancos deberían saber que si violas las sanciones y
haces tratos con Irán, vas a pagar una severa multa", apuntó.
Según la Fiscalía, desde mediados de los 90 hasta 2006, el banco
suizo violó sistemáticamente las leyes estadounidenses y
neoyorquinas al mover cientos de millones de dólares de forma ilegal
en oficinas de Manhattan en nombre de clientes sometidos al régimen
de sanciones de Estados Unidos.
Desde 2002 hasta el final de 2006, Credit Suisse procesó más de
700 millones de dólares en pagos que violaban esas sanciones, al
tiempo que gestionó otros 1.100 millones de dólares en pagos que
fueron formateados o manipulados para ocultar su origen iraní,
siempre según la oficina de Morgenthau.
Por otra parte, a través de una filial londinense (Credit Suisse
Asset Management Group, CSAM), el banco suizo invirtió ilegalmente
más de 150 millones de dólares pertenecientes a un banco libio y
otro sudanés que también estaban sometidos al régimen de sanciones.
"CSAM realizó transacciones que afectaban a títulos
estadounidenses a través de cuentas de Credit Suisse en Nueva York
usando nombres codificados para ocultar las identidades de los
bancos", aseguró la Fiscalía.
Añadió que para ocultar esas identidades Credit Suisse sustituyó
los nombres de los bancos, borró cualquier referencia a Irán de los
mensajes que se incluyen en las órdenes de pago y dijo a las
entidades iraníes cómo formatear esos textos para que no dispararan
las alarmas de la Oficina de Control de Activos Extranjeros.
Esa entidad, dependiente del Departamento del Tesoro de Estados
Unidos, se encarga de imponer controles y administrar las sanciones
económicas contra los países, regímenes, entidades y personas
sometidas a las sanciones impuestas por el Gobierno estadounidense
por considerarlas una amenaza a la seguridad nacional o a la
política exterior y económica del país.
"Credit Suisse incluso aseguró a sus clientes iraníes que todos
los mensajes de las órdenes de pago serían revisadas manualmente
antes de ser transmitidas a Estados Unidos", apuntó la Fiscalía, que
recordó que este caso está estrechamente relacionado con la orden de
confiscar en noviembre un rascacielos de Nueva York perteneciente a
entidades controladas por el Gobierno de Irán.
En la investigación llevada a cabo en las oficinas de una de esas
entidades, la Fundación Alavi, "se encontraron evidencias de pagos
electrónicos de Bank Melli, una entidad iraní, a personas asociadas
con esa fundación que fueron procesadas por Lloyds Bank y Credit
Suisse, entre otros bancos". EFE