César Muñoz Acebes
Washington, 23 oct (EFE).- La factura de la crisis para América
Latina superará los 150.000 millones de dólares, pese a que la
región ha soportado el vendaval económico mejor que en el pasado,
dijo hoy el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La gangrena financiera aparecida en los países desarrollados
significará para América Latina una pérdida de riqueza similar al
Producto Interno Bruto (PIB) anual de Chile, medido a precios de
mercado.
El Fondo divulgó su cálculo en el informe "Panorama Económico
Regional", que estima que la producción regional será un 3 por
ciento más baja en el 2014 debido a la crisis, una brecha que supera
los 150.000 millones de dólares.
No sólo el nivel de PIB será menor, sino que el ritmo de
crecimiento también se ralentizará.
Mientras que entre 2003 y 2008 la actividad económica de la
región avanzó un 4,7 por ciento de media, una cifra que permitió
bajadas en los índices de pobreza, de 2009 a 2014 el crecimiento se
limitará al 2,7 por ciento anual de promedio, según el FMI.
Dentro de ese cálculo general se ocultan grandes disparidades.
Brasil, Chile, Colombia, México y Perú salen con más velocidad del
bache, en parte porque ahorraron en tiempos de bonanza y han podido
estimular su economía cuando lo necesitaba, según el informe.
Argentina, Bolivia, Ecuador, Paraguay y Venezuela se benefician
de la subida del valor de las materias primas, pero crecerán a un
ritmo más bajo por estar menos integrados con los mercados
financieros internacionales.
A una velocidad similar se recuperarán América Central, Panamá,
República Dominicana y Uruguay, que importan materias primas, por lo
que la escalada de precios les perjudica.
Algunos de esos países también se resienten de la caída de las
remesas, donde las perspectivas "no son buenas", según el FMI.
El Caribe seguirá sintiendo el 2010 como un año de crisis, a
juicio del organismo, porque el turismo depende mucho del nivel de
desempleo en los países ricos, que se reducirá muy gradualmente.
Además, para ellos la apertura de Estados Unidos hacia Cuba, que
se ha traducido en facilidades para los viajes a la isla de los
cubano-norteamericanos, y un potencial repunte económico
"pronunciado" en México significarían menores visitas de
estadounidenses, alertó el organismo.
Incluso si la economía de Estados Unidos sufre un nuevo bajón,
los países suramericanos vinculados con Asia continuarán creciendo,
dijo el director del departamento de América del FMI, Nicolás
Eyzaguirre, en un encuentro con la prensa en Washington antes de
viajar a Brasil, donde está hoy.
"El sector de materias primas seguirá bien", predijo el ex
ministro chileno, quien apuntó que China cuenta con un espacio
fiscal "enorme" para estimular su economía, si fuera preciso, lo que
beneficiaría a América del Sur.
De hecho, Perú, Chile y el propio Brasil deberían plantearse
comenzar a retirar sus medidas de estímulo económico, empezando con
una reducción del gasto fiscal, según Eyzaguirre.
Esto es particularmente importante para Brasil, que recibirá
"grandes cantidades" de capital extranjero si la recuperación se
afianza en su territorio, opinó.
Pero ese influjo no será totalmente benigno, pues acelerará aún
más la apreciación del real, que ha ganado en torno a un 25 por
ciento en lo que va de año frente al dólar.
Para atajar esa escalada, que perjudica a los exportadores
brasileños, el Gobierno impuso esta semana controles de capital, que
gravan las compras extranjeras de acciones y bonos en el mercado
local.
No obstante, Eyzaguirre alertó de que esas medidas restringen
poco la entrada de los fondos y los inversores aprenden pronto a
saltárselos, disfrazándolos como flujos comerciales o inversión
extranjera directa, que están eximidos de pagar las nuevas tasas.
En su lugar, el directivo del FMI recomendó al Gobierno más
ahorro fiscal, permitir cierta subida del real y mantener las tasas
de interés bajas, pues su elevación sólo atraería más capital
externo. EFE