La Habana, 22 may (EFE).- Los buques hundidos tras la batalla
naval librada en 1898 entre las flotas de España y Estados Unidos en
Santiago de Cuba podrán ser visitados a partir de octubre próximo,
como parte de una oferta especializada que el Ministerio de Turismo
de Cuba ha lanzado con el mercado europeo en mente.
El paquete, llamado "Una inmersión en la historia", abrirá la
ruta submarina para ver los pecios y será comercializado por la
agencia de viajes estatal "Cubatur", según informaron hoy a Efe
fuentes de ese grupo.
El ejecutivo comercial de la oficina de "Cubatur" en Santiago de
Cuba, Alexis Hartman, explicó que la oferta se enfocará
fundamentalmente en el mercado europeo, para países como Alemania,
Inglaterra, España y Francia.
En ese sentido, añadió que "hay una potencialidad grande para el
mercado norteamericano y el español, pues existen raíces históricas
conjuntas".
La idea es reflejar lo que ocurrió en el siglo XIX durante la
guerra hispano-cubano-norteamericana, que concluyó con la batalla
naval de Santiago de Cuba, por lo que se incluyen recorridos por esa
ciudad oriental y también por La Habana.
En Santiago de Cuba, considerada la segunda ciudad de la isla,
los turistas podrán seguir la ruta de las tropas estadounidenses
tras su desembarco, así como visitar el Castillo San Pedro de la
Roca, que domina la bahía de la ciudad.
"Antes de cada inmersión recibirán conferencias de historiadores
sobre lo que ocurrió en la guerra", indicó Hartman, tras precisar
que el paquete no está pensado para "grandes mercados", pues no debe
incluir a más de 20 buzos.
Entre las naves que se podrán visitar están el "Cristóbal Colón",
el "Almirante Oquendo" y el "Vizcaya", en el litoral oeste de
Santiago de Cuba, así como el carbonero norteamericano "Merrimac",
hundido en la bahía de esa ciudad, y hasta el cual sólo se puede
bucear en dependencia de las mareas.
"Los pecios están en perfecto estado de conservación y para el
buceo son magníficos. Son una joya, están casi en estado virgen, sin
tocar", explicó Hartman.
El funcionario apuntó que en el interior y en los alrededores de
los buques aún existen "muchísimas cosas" y objetos relacionados con
la batalla.
"Se trata de que se visiten, pero organizadamente, para no
destruir ese patrimonio. No se quiere una explotación extensiva,
sino selectiva", agregó.
Hartman insistió en el atractivo de la nueva oferta cubana, al
destacar que desde "hace muchos años hay interés en España para ver
los pecios".
La batalla naval del 3 de julio de 1898 decidió la independencia
de Cuba, liquidó el poderío español en América y definió la entrada
de Estados Unidos en la historia de la isla.
El almirante español Pascual Cervera comandó la acción contra la
escuadra norteamericana, en la que solo falleció uno de sus marinos,
mientras que por la parte hispana perdieron la vida 323 hombres, 121
fueron heridos y más de 1.200, entre ellos Cervera, hechos
prisioneros.
Cervera salió con la escuadra por orden de Madrid en un acto
prácticamente suicida, a pesar de que había propuesto diferentes
alternativas para defender la ciudad.
Todos los navíos españoles embarrancaron o fueron hundidos bajo
el fuego de los acorazados, cruceros y navíos de apoyo artillados
norteamericanos. EFE