Buenos Aires, 9 nov (EFE).- La vicepresidenta del Gobierno
español, María Teresa Fernández de la Vega, transmitió hoy en Buenos
Aires un mensaje de "apoyo" en medio de la crisis global a las
empresas de capitales españoles que operan en Argentina.
Fernández de la Vega, que este domingo inició una visita a Buenos
Aires, se reunió hoy con una quincena de directivos de empresas
españolas, como Banco Santander, BBVA, Abertis, Dragados,
Telefónica, Repsol YPF, Indra, Endesa, Gas Natural y Mapfre.
"Vivimos momentos económicamente complicados y son las empresas
las que pasan dificultades. Quiero transmitirles en nombre del
Gobierno un mensaje claro: vamos a estar al lado de todos ustedes
durante este tiempo para ayudarles a realizar de la mejor manera
posible el importante trabajo que desempeña el sector empresarial",
les dijo la vicepresidenta en el inicio del encuentro.
Fernández de la Vega reconoció que es un "momento de dificultades
en el que se está redefiniendo la arquitectura económica y
financiera internacional", un momento de cambio en el que hay
"algunas incertidumbres" pero "también nuevas oportunidades".
Destacó que "la confianza, la fiabilidad y la experiencia" tienen
"valor y precio y cotizan muy al alza en la economía global", un
mercado en el que Argentina y España "disponen de un capital que
tienen que saber aprovechar".
Recalcó que las empresas españolas han demostrado la fortaleza
del compromiso de sus inversiones en Argentina, "incluso en
situaciones mucho más difíciles que las actuales", en alusión a la
severa crisis de 2001-2002.
En este sentido, el presidente de la Cámara Española de Comercio
de Argentina, Guillermo Ambroggi, recordó que las empresas españolas
hicieron una "contribución franca" a la recuperación argentina "no
exenta de importantes sacrificios inmediatos y la dilatada
postergación de legítimas expectativas".
El dirigente sostuvo que el crecimiento económico del 60 por
ciento acumulado en los últimos seis años por Argentina le permitió
afrontar la crisis global con una situación "más holgada".
"La nueva situación internacional permite vislumbrar que 2010 y
los años venideros podrían constituir una nueva etapa de crecimiento
para Argentina luego de este año recesivo", dijo Ambroggi.
Consideró que este es el momento para "cerrar las cuestiones
pendientes que la emergencia de 2001-2002 puso en revisión" y señaló
que las conversaciones de Argentina con el Fondo Monetario
Internacional y el Club de París "son medidas positivas que aceleran
el camino a la normalización financiera del país e indirectamente
alienta la inversión productiva".
España es el primer inversor en Argentina, con un peso del 40 por
ciento del total de inversión extranjera acumulada en el país
suramericano.
En los últimos quince años España invirtió 43.000 millones de
euros en Argentina, con desembolsos por 15.500 millones de euros en
el período 2002-2008.
Las catorce mayores empresas españolas en Argentina pagaron
tributos en el último año por el equivalente al 10 por ciento de la
recaudación impositiva total, que se eleva al 15 por ciento si se
consideran a todas las compañías de capitales españoles que operan
en el país y que directa e indirectamente emplean a 200.000
personas.
Fernández de la Vega subrayó por otra parte el compromiso de
Madrid y Buenos Aires de relanzar en 2010 las negociaciones para un
acuerdo de asociación política y comercial entre la Unión Europea
(UE) y el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay),
estancadas desde 2004.
"Es un acuerdo prioritario muy importante para reactivar la
economía y el comercio mundial. Existen las condiciones para retomar
las negociaciones. Existe una coyuntura económica que aconseja
avanzar en el acuerdo, además de voluntad política", consideró.
Agregó que ambos bloques se encuentran "ante una ventana de
oportunidad única que tienen que aprovechar porque el tren pasa una
vez" y aseguró que España está dispuesta a "dejar la piel" para
lograr un acuerdo.
"Todo estaba condicionado a la Ronda de Doha (de la Organización
Mundial del Comercio). La ronda va cómo va y llegará cuando llegue,
si es que llega, pero mientras tanto tenemos esta oportunidad para
abrir y cerrar la negociación UE-Mercosur con un acuerdo", afirmó.
En este sentido, los empresarios comprometieron su apoyo para
"difundir los beneficios del tratado", que encuentra algunas
resistencias entre ciertos sectores industriales argentinos. EFE
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