Guillem Martínez Pujol
Pekín, 24 ago (EFE).- Cuando se tiene la mayor población
cibernética del mundo, casi 340 millones de personas, se presentan
problemas tan poco comunes como que se acaben las IP, el número que
identifica a las computadoras en internet.
El nivel de desarrollo y crecimiento de internet en China alcanza
niveles tan exponenciales, con una multiplicación continua de
usuarios, que este hipotético riesgo puede convertirse en realidad
en un plazo relativamente corto de tiempo.
"Como el número de internautas sigue disparándose, las
direcciones de IP (Protocolo de Internet) de China se acabarán en
dos o tres años", afirma Wu Hequan, investigador de la Academia
China de Ingeniería.
Según datos del Centro de Información de la Red Internet en China
(CNNIC), a finales de junio de 2009 el gigante asiático tenía 338
millones de internautas, 40 millones más que a principios de año.
Esta cifra total supone una tasa de penetración entre toda la
población china -calculada en más de 1.350 millones de habitantes-
de apenas el 25 por ciento, un dato relativamente bajo respecto a
los países más desarrollados, dónde supera el 70 por ciento.
Los 338 millones de usuarios "conectados" en China superan de
largo a su más inmediato perseguidor, Estados Unidos, con 200
millones de clientes de internet, y la distancia seguirá aumentando.
Por esta razón, el país asiático se enfrenta a retos hasta ahora
inauditos, como el hecho de que materialmente se termine la
numeración de las direcciones IP.
China utiliza actualmente el sistema de protocolos IP versión 4
(IPv4), común en todo el mundo y que usa códigos de 32 bits, lo que
limita el número total de direcciones únicas a casi 4.300 millones,
aunque se debe tener en cuenta que muchas de ellas se dedican a
redes locales.
En sus periódicos informes, el CNNIC califica la falta de
disponibilidad como "una situación muy grave", ya que alrededor del
90 por ciento de las direcciones que corresponden a China ya están
otorgadas, y marca el año 2011 en el horizonte negro.
La solución pasa por migrar al sistema IP versión 6 (IPv6), el
sucesor natural del IPv4, que opera mediante 128 bits y que
multiplicaría la capacidad a 340 sextillones de direcciones, algo
así 5.200 trillones de IPs para cada uno de los 6.500 millones de
habitantes del planeta.
"Hasta una piedra podría tener dirección IP con este sistema",
ejemplifica el investigador.
El problema aparece con la tremenda inversión económica que
supone el nuevo sistema, desarrollado íntegramente por Estados
Unidos y que obliga a sustituir la actual tecnología por otra
completamente nueva, tanto en el caso de las empresas proveedoras
como para el usuario final.
El Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST)
estadounidense calculó en más de 4.700 millones de dólares el coste
que supondrá sólo para EEUU la migración de sistema.
No parece haber una salida fácil para esta situación, habida
cuenta de que se trata de un protocolo nuevo y sin apenas
experiencia en la práctica: en la actualidad en toda China sólo hay
57 conexiones a internet a través de IPv6, concentradas en el ámbito
universitario.
"Estamos realizando seminarios en casi todos los lugares sólo
para decir a los operadores que pidan las IPs que quedan lo antes
posible y también que preparen las nuevas (IPv6) para los
internautas", afirma Li Kai, director del departamento de protocolos
del CNNIC.
La Comisión Nacional de Reforma y Desarrollo (NRDC), máximo
órgano de planificación económica de China, impulsó el año pasado un
plan para el ensayo comercial del nuevo protocolo, que debería
llegar a 500.000 usuarios antes de terminar 2010, aunque Pekín no ha
dado detalles de la evolución del proyecto.
En cualquier caso, los expertos lo tienen claro: "No podemos
sobrevivir sin IPv6", sentencia Jiang Linta, jefe de ingeniería de
la Academia de Telecomunicaciones de China.
En menos de mil días, el país más poblado del mundo podrá
comprobar si el mensaje apocalíptico es cierto o no. EFE