Maribel Izcue
Tokio, 25 nov (EFE).- Un robot capaz de reconocer a su creador,
brazos electrónicos para ensamblar con rapidez o hasta un humanoide
que juega al ping pong: lo último en robótica se muestra desde hoy
en Tokio en una feria en la que participan casi 200 empresas.
La Exposición Internacional de Robots, que se celebra cada dos
años en el centro Tokyo Big Sight, es la mayor cita mundial de un
sector abanderado por Japón, país del que salen la mitad de los
robots industriales del mundo.
Como no podía ser de otro modo, un robot humanoide fue el
encargado de cortar la cinta de acceso al recinto, que presentaba un
aspecto digno de una película de ciencia ficción.
Decenas de robots, la mayoría destinados a procesos industriales,
exhibían sus aptitudes ante el numeroso público, mientras
representantes de las 192 empresas participantes explicaban
orgullosos sus características y mejoras de los ingenios
electrónicos.
Firmas como Toshiba o Mitsubishi, al lado de nombres menos
conocidos como Anybots o ABB, llevaron a la capital nipona desde
enormes máquinas para realizar procesos de automoción hasta
minúsculos aparatos teledirigidos para operaciones de precisión.
Entre los que más llamaron la atención en la primera jornada de
la feria estuvieron los robots humanoides, que en los últimos años
han mejorado su "vista" y "tacto" gracias a los avances en óptica
digital y al desarrollo de sensores eléctricos.
De los laboratorios de la nipona Kawada Industries, por ejemplo,
ha salido "Hiro", un artefacto con cámaras en los ojos y en las
palmas de las manos, capaz de reconocer colores y formas y que se
mueve gracias a un sistema operativo de tiempo real.
"Hiro", gracias a estas características, "es capaz de identificar
un rostro", explicó a Efe uno de sus creadores, Maksim Radev,
mientras el robot le clavaba la mirada y seguía atento cada uno de
sus movimientos.
"Hiro" mide poco más de metro y medio, pesa 70 kilos y es capaz
de sostener 20 kilos sobre sus brazos y agarrar objetos de hasta dos
kilos con cada mano.
"Se puede controlar fácilmente utilizando el Windows XP, lo que
lo hace muy accesible", añadió Radev, que precisó que este robot no
tiene uso industrial, al contrario que su compañero "New Age", de
apariencia similar.
Otra compañía, Anybots, exhibe un robot teledirigido, poco mayor
que un aspirador doméstico, pensado para actuar como un "supervisor"
a distancia en la era de la deslocalización.
"El robot puede estar por ejemplo en una fábrica en Japón
mientras desde el otro lado del mundo alguien en el departamento de
producción lo dirige y puede ver cómo va la producción a través de
los ojos del robot", indicó a Efe Daniel Casner, uno de sus
creadores.
Si bien muchos de los ingenios son para uso industrial, su
presencia en otros ámbitos es cada vez mayor: según la Asociación de
Robótica de Japón, se calcula que el mercado para los robots
dedicados al sector servicios supondrá 15.000 millones de dólares en
2015.
Así, en la feria se enseñaron ingenios como el Robot Ping Pong,
un androide que casi siempre gana, o "Herby", un muñeco con forma de
bebé pensado para que los ancianos lo estrechen contra su pecho, lo
que permite que los sensores que el muñeco tiene implantados le
midan el pulso e incluso realicen un electrocardiograma.
También se mostró la versión mejorada de "Paro", una foca de
peluche llena de sensores que le permiten comportarse como si fuera
un animal real, moviéndose, emitiendo sonidos y reaccionando a
estímulos.
Ese robot tiene un fin "terapéutico y pediátrico", según sus
creadores, que afirman que la foca-robot aumenta la capacidad de
comunicación de sus poseedores y reduce el estrés.
Está previsto que, al término de la feria, se conceda el galardón
al Robot del Año, un premio que en el pasado han obtenido inventos
como un ingenio capaz de limpiar un edificio de oficinas moviéndose
de piso en piso o un mini-robot de apenas 15 centímetros capaz de
realizar hasta 200 acciones. EFE
mic/psh/ltm
(foto) (vídeo) (audio)