Celia López
Tokio, 5 nov (EFE).- El cortador de jamón de un lujoso
supermercado de Tokio, Koji Aoyama, fue hoy el vencedor del II
Concurso Anual de Cortadores de Jamón Ibérico en Japón, en el que se
premió la destreza, rapidez y limpieza en la ejecución del corte.
Frente a dos cortadores del restaurante "L'Atelier" de Joël
Robuchon, con dos estrellas Michelin, Aoyama, que aprendió a cortar
jamón gracias a un maestro español en Japón, fue el más valorado por
los miembros del Jurado, quizá por ser el primero en terminar.
Los participantes, cinco japoneses y un surcoreano, dispusieron
de una hora para rellenar, a ojo, dos platos de cien gramos cada
uno, otros tantos de ochenta, dos pequeñas bandejas de cincuenta
gramos y un plato de creatividad.
En un ambiente de absoluto silencio y máxima concentración de los
concursantes y evaluadores, los seis profesionales tuvieron que
demostrar su destreza en el corte del jamón, pero también su rapidez
a la hora de ejecutarlo, un punto flojo para algunos de ellos, según
uno de los examinadores, el español Jesús Delgado.
"Hay algunos que destacan bastante, pero otros que sí tienen esas
dotes de corte todavía necesitan practicar algo en cuanto a la
rapidez", opinó Delegado en entrevista con Efe sobre lo observado en
el concurso, organizado por la Agencia Andaluza de Promoción
Exterior (Extenda).
"Para aprender a cortar jamón hay que cortar mucho", recordó el
evaluador, que se refirió así al elevado precio que ese alimento
tiene en Japón y que reduce las oportunidades de estos profesionales
para practicar el corte con piezas más baratas, como se hace en
España.
Por otra parte, la rapidez es "un tema que aquí no se exige en
restaurantes, sino que el cliente quizá puede esperar", precisó
Delgado, en referencia a la prioridad que se le da en Japón a la
calidad del producto.
A pesar de su precio de oro en el archipiélago nipón (hasta 500
euros el kilo en Tokio), el jamón ibérico es uno de los mayores
reclamos culinarios de España en Japón, que en 2008 importó jamones
españoles por casi 280.000 euros.
La impecable presentación de los platos y la disciplina que reina
en todos los quehaceres de Japón fueron observados también hoy
durante el concurso, en el que los finalistas mostraron un delicado
trato del alimento y una cuidadosa forma de colocarlo en los platos.
No es casualidad que este concurso tenga como sede Japón, pues no
sólo es el primer receptor asiático de jamón español, sino que es un
gran conocedor de este producto frente a los nuevos aficionados al
producto porcino que han surgido en la zona, como China.
El uso del jamón entre los japoneses no sólo se limita a los
aperitivos, sino que se ha convertido ya en ingrediente para algunos
de sus más tradicionales platos, como el "shabu-shabu", un caldo al
que recientemente se ha incorporado la carne de cerdo ibérico.
La aparente tranquilidad de los japoneses fue también una norma
entre los participantes, que a pesar de que alguien recordaba a
menudo el tiempo que les quedaba, apenas mostraron apuro y
mantuvieron el semblante serio y un ritmo inalterable.
Únicamente uno de ellos, el japonés Kakuei Kobayashi, pareció
alterarse hacia la mitad del concurso al verse obligado a cambiar la
posición de la pata de jamón para seguir cortando.
Tras conocerse el ganador del concurso, que viajará a Andalucía
junto al segundo clasificado, Lee Il-Ryong, numerosos distribuidores
nipones de jamón que acudieron a la cita pudieron degustar las
láminas de porcino curado que seguían cortando los profesionales.
EFE
clb/mic/pam
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