Teresa Bouza
Washington, 16 abr (EFE).- El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) concluyeron hoy su reunión conjunta de primavera con el temor a un impago de Grecia en el ambiente y el mensaje de que la creación de empleo debe de ser prioritaria.
Las preguntas sobre una posible reestructuración de la deuda griega se registraron en las ruedas de prensa de los últimos días de los máximos responsables del FMI, pese a que estos reiteraron una y otra vez que "no" se considera esa opción.
El ministro de Finanzas griego, Yorgos Papaconstantínu, reiteró hoy ese mensaje, al afirmar, en declaraciones en Washington, que "la reestructuración no está en la agenda" y "no se va a producir".
Sus declaraciones se producían solo unos minutos después de que, citando a fuentes del FMI, el diario The Wall Street Journal afirmara en su página web que el organismo considera "insostenible" la deuda de Grecia.
"El FMI cree que la deuda griega es insostenible", aseguraba el artículo del Journal, que sostiene que el fondo ha informado a responsables de la Comisión Europea y a Gobiernos de la zona euro que Grecia debería de considerar la reestructuración en 2012.
Pero, al igual que el ministro griego, el director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, negó hoy que esa posibilidad sea objeto de discusión.
"Hemos diseñado el programa griego con el Gobierno siguiendo la premisa del Gobierno de que realmente no quieren reestructurar su deuda", afirmó hoy en rueda de prensa Strauss-Kahn.
Más allá de la situación en Grecia y la zona euro, el empleo fue otro de los temas centrales del encuentro.
"Subrayamos la importancia de la creación de empleo para la sostenibilidad a mediano plazo", afirmaron en un comunicado los titulares de Economía y Finanzas mundiales tras participar en la reunión del Comité Monetario y Financiero Internacional (IMFC) del FMI, el máximo órgano ejecutivo del organismo.
Similar hincapié hizo Strauss-Kahn, quien insistió en que el crecimiento ya no es suficiente.
El responsable del FMI insistió esta semana en que la teoría generalizada de que si hay crecimiento también habrá empleo se ha quedado desfasada y es necesario tener políticas laborales adecuadas, que involucren, entre otras medidas, programas educativos, formación y prestaciones por desempleo.
Desde el Banco Mundial, su presidente, Robert Zoellick, alertó hoy, en línea con lo señalado en los últimos días, que los elevados precios de los alimentos son "la mayor amenaza" para los pobres.
Recordó, además, que el mundo está a un paso de vivir una nueva crisis alimenticia, ya que los precios están próximos a los niveles de 2008, cuando el incremento en el coste de la comida desató revueltas en numerosos países en desarrollo.
La reunión que concluyó este sábado subrayó también la incertidumbre que plantean para la economía global dos de los grandes acontecimientos en la comunidad internacional: la crisis nuclear en Japón y las recientes revueltas en Oriente Medio.
En el capítulo de asuntos contenciosos, sobresalieron las posturas encontradas sobre los motivos del desembarco masivo de flujos de capitales en los mercados emergentes.
El secretario del Tesoro de EE.UU., Timothy Geithner, culpó hoy a la infravaloración de monedas como el yuan chino de los grandes flujos que reciben mercados más abiertos como Brasil.
Pero el ministro de Finanzas brasileño, Guido Mantega, discrepó de esa percepción, al afirmar que las políticas "monetarias ultraexpansivas de los países avanzados son el principal disparador de los males económicos" que sufren países como el suyo, que intentan frenar la creciente escalada de sus divisas.
Por ello, subrayó como "legítimas" las medidas de "defensa propia" adoptadas por los países receptores de flujos, entre las que incluyó los controles de capital, con los que tratan de atajar "las presiones inflacionarias de las materias primas y la apreciación de las monedas". EFE
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