Nueva York, 16 nov (EFE).- El consejero delegado de GMAC, Álvaro
de Molina, dimitió hoy de su cargo al frente de una de las grandes
entidades estadounidenses que aún arrastran importantes problemas
financieros, por lo que ha sido sustituido por Michael Carpenter.
"El Consejo de Administración ha encargado a Carpenter acelerar
los necesarios cambios estratégicos y operativos para que GMAC se
centre en su negocio principal de financiación automovilística y
otras actividades relacionadas", explicó hoy en un comunicado la que
fuera durante décadas la entidad financiera de General Motors.
En abril de 2008 De Molina asumió su cargo en GMAC, una entidad
que ha recibido 12.500 millones de dólares en ayudas públicas para
evitar su quiebra y que, según la Administración estadounidense, aún
necesita añadir a su capital unos 11.500 millones de dólares.
Medios locales aseguran que la renuncia de De Molina fue una
petición expresa del Consejo de Administración de la entidad y que
su nombre se baraja como posible consejero delegado de Bank of
America, entidad en la que ya ejerció de responsable financiero.
Carpenter es un ex directivo de GE Capital y Citigroup, donde
dirigió las actividades de banca de inversión y corporativa, que
también participó en el Consejo de Administración de CIT hasta que
este banco presentó recientemente la bancarrota.
En el mismo comunicado, GMAC apuntó que ha pedido a la
Administración estadounidense que aplace cualquier decisión sobre el
ingreso de fondos públicos adicionales hasta que Carpenter tome las
riendas y evalúe la situación de la compañía.
El pasado octubre GMAC pidió una nueva inyección de fondos
públicos para cumplir con los requisitos de capital impuestos por el
Departamento del Tesoro y, según se publicó en su día, el Gobierno
podría estar dispuesto a proporcionarle entre 2.800 y 5.600 millones
de dólares.
Hasta el momento la entidad se ha visto incapaz de obtener de
inversores privados esos fondos, que le debían servir para tapar los
agujeros de sus cuentas, generados por su amplia cartera de
hipotecas de alto riesgo y el desplome de la demanda de sus
préstamos para la compra de automóviles.
La empresa, fundada en 1919, ha recibido hasta ahora 12.500
millones de dólares directamente del Departamento del Tesoro en dos
operaciones de rescate durante este año, lo que ha dado al Gobierno
el 35 por ciento de participación en la firma.
La nueva inyección de fondos podría otorgar a Washington la
mayoría de las acciones de la compañía, que proporciona financiación
para los distribuidores y clientes de General Motors, su antigua
empresa matriz, así como para Chrysler.
Buena parte de sus pérdidas se deben al incremento de la
morosidad en su cartera inmobiliaria, puesto que GMAC llegó a ser
uno de los mayores prestamistas de hipotecas de alto riesgo,
facilitadas a personas con mal historial de crédito o bajos
ingresos.
General Motors vendió la mayoría de las acciones de esta firma,
que también opera en el negocio de seguros y de préstamos a
empresas, al fondo de inversión Cerberus en 2006.
Dos años después, GMAC se convirtió en un banco comercial, un
requisito necesario para recibir las ayudas públicas que administró
el Gobierno de Barack Obama. EFE