Bruselas, 19 mar (EFE).- El comisario europeo de Asuntos
Económicos y Monetarios, Olli Rehn, ha abogado hoy por que los
líderes de la UE "concluyan" el jueves próximo la definición de un
mecanismo europeo de ayuda financiera de emergencia para Grecia.
Rehn, uno de los pesos pesados del Ejecutivo de la UE, respalda
de esta forma la petición del primer ministro griego, Yorgos
Papandréu, quien instó ayer en Bruselas a que la cumbre comunitaria
de la semana que viene confirme y anuncie la disponibilidad de ese
instrumento.
Para el primer ministro griego, esa decisión al más alto nivel,
que no implicaría necesariamente la entrega de ninguna ayuda
inmediata, haría desistir a los especuladores y rebajaría la presión
que sigue existiendo sobre los bonos del Estado griego.
Si los socios europeos no demuestran su voluntad y capacidad de
ayudar a Grecia, el Gobierno griego no descarta dirigir su petición
de ayuda al Fondo Monetario Internacional (FMI), advirtió ayer
Papandréu.
Preguntado por la cuestión, Rehn ha afirmado hoy que "es
importante que la Unión Europea, la semana que viene, llegue a una
conclusión política específica sobre un marco europeo para una
acción coordinada si fuera necesaria y es solicitada".
En la definición técnica de dicho "marco" han venido trabajando
intensamente la Comisión Europea y los ministros de Finanzas de la
zona euro, pero la decisión política sobre su puesta en marcha se ha
dejado en manos de los jefes de Estado o Gobierno.
"Es importante que, políticamente, concluyamos el trabajo que
hemos hecho", ha añadido Rehn a algunos medios, según confirmó su
portavoz, Amadeu Altafaj.
En su reunión informal celebrada el 11 de febrero, los
gobernantes europeos estuvieron de acuerdo en que los estados de la
zona emprenderían una "acción determinada y coordinada, si fuera
necesario, para salvaguardar la estabilidad financiera en la zona
euro en su conjunto", pero no concretaron cómo lo harían.
Sí que exigieron al Gobierno griego que presentara un detallado
plan de ajuste presupuestario para cumplir el objetivo primordial de
reducir en cuatro puntos porcentuales -del 12,7% al 8,7% del PIB- su
excesivo déficit público en 2010.
Atenas ha puesto ya en marcha medidas drásticas de recorte del
gasto y aumento de los impuestos, ajuste que ha recibido el visto
bueno de Bruselas, pero el castigo de los mercados no ha
desaparecido.
Papandréu se quejó del problema "ético" que supone la
refinanciación del déficit a tipos de interés tan elevados.
"Estamos pidiendo a los trabajadores y pensionistas que corten
sus ingresos para reducir el déficit y eso que se gana se puede
perder en unos minutos de especulación financiera", dijo ante los
eurodiputados.
Desde febrero, por otro lado, han surgido divergencias entre los
gobiernos europeos sobre cómo afrontar una crisis inminente de
financiación en un miembro de la Eurozona.
Alemania, reticente desde el primer momento a una intervención
del FMI, por el descrédito que ello podría suponer para la unión
monetaria europea y para el euro, parece no descartar ahora esa
posibilidad. EFE