Quito, 6 ago (EFE).- El presidente de Ecuador, Rafael Correa, defendió hoy la redistribución de un 15 % de las utilidades de las operadoras de telefonía en el país, Claro y Telefónica, con la intención de destinar la mayor parte de esos recursos a inversiones sociales.
Correa admitió que "probablemente" las medidas que promueve el Ejecutivo en ese sentido afectarán a la inversión extranjera, pero aseguró que no permitirá que dos compañías se lleven "500 millones de dólares de utilidades en base a un espectro (radioeléctrico) que es de todos los ecuatorianos".
El mandatario envió el 14 de julio a la Asamblea Nacional (parlamento) un proyecto para reformar la Ley de Telecomunicaciones que otorgaría al Estado el 12 % de las utilidades de las operadoras y el 3 % a los trabajadores, en lugar de entregar el 15 % a los empleados, como establece la legislación actual.
Según el gobernante, con la normativa actual, 4.500 familias ecuatorianas perciben utilidades por valor de 130 millones de dólares, mientras que con el reparto que plantea el proyecto legislativo se hará "justicia social".
"Una cosa es un derecho, otra cosa es cuando se cae en el exceso", dijo el jefe del Estado durante un encuentro con medios de comunicación en la ciudad de Santo Domingo (noroeste).
Explicó que con la distribución actual, de los 130 millones de dólares de utilidades generadas, los trabajadores perciben un promedio de cerca de 30.000 dólares, mientras que con la fórmula que se propone el promedio será de entre 6.000 y 7.000 dólares por familia.
En su opinión, "el problema está sobre todo en Claro", la multinacional perteneciente a América Móvil, del magnate mexicano Carlos Slim, donde "hay gente que recibe 70.000 dólares en utilidades", mientras que Movistar, de la española Telefónica, paga "mejores sueldos" y entrega utilidades de unos 13.000 dólares en promedio.
La distribución de esos recursos permite a las compañías complementar los salarios de los trabajadores, pero con ese procedimiento "se están aumentando ilegítimamente las utilidades de las telefónicas", señaló.
El presidente recordó, además, que los contratos con las operadoras se negociaron en 2007 ó 2008, época en que Ecuador era todavía una economía "en convalecencia", y aseguró que en ese momento no se pudo prever la "explosión" que experimentó después el mercado de las telecomunicaciones.
La distribución de utilidades que impulsa el Ejecutivo permitirá al Estado disponer de 100 millones de dólares para construir, por ejemplo, más de 4.000 laboratorios de internet al año y suministrar acceso a la red a tres millones de estudiantes o poner en marcha 5.000 "infocentros" para que todas las comunidades del país dispongan de conexión de banda ancha, defendió el gobernante.
El mandatario resaltó que las utilidades que hoy perciben esas 4.500 familias provienen de un bien natural, el espacio radioeléctrico, que pertenece "a todos los ecuatorianos", por lo que se preguntó: ¿Dónde están mejor esos 100 millones de dólares de utilidades?".