Quito, 13 ene (EFE).- El ministro coordinador de la Política de
Ecuador, Ricardo Patiño, aseguró hoy que uno de los problemas para
desarrollar el proyecto Yasuní-ITT, que pretende dejar sin explotar
una importante reserva petrolera, es la desconfianza de los países
contribuyentes en la gestión de los gobiernos de países del sur.
La iniciativa ambiental Yasuní-ITT prevé dejar bajo tierra una
importante reserva petrolera de la Amazonía ecuatoriana para evitar
contaminación a cambio de una compensación económica internacional,
que sería administrada en un fideicomiso bajo el marco de la
Organización de Naciones Unidas (ONU).
Sin embargo, el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, alertó el
pasado sábado, de que, al parecer, los países contribuyentes
intentan condicionar su aportación económica, lo que, a su juicio,
atentaría contra la soberanía nacional del país.
En ese sentido también se manifestó hoy Patiño, en un encuentro
con la prensa internacional, al afirmar que una de las dificultades
que encuentra el proyecto es la falta de confianza de los países
ricos en los gobiernos de los países del sur, a los que "dan
recursos" a cambio de "controlarlo todo, hasta la última coma y el
último contrato".
Los organismos internacionales no están "acostumbrados a confiar
en los países subdesarrollados", lo que supone "un problema más allá
de la mecánica" de cómo desarrollar la iniciativa Yasuní y el
fideicomiso para su administración.
A juicio de Patiño, el proyecto ambiental es "colectivo,
mundial", en el que Ecuador es el que se "sacrifica", y consideró
que la comunidad internacional tiene que confiar en el manejo de los
recursos que haga el Gobierno.
Subrayó que hay que "reajustar" el proceso de diálogo con la
comunidad internacional, aunque aseguró que, pese a esos obstáculos,
el proyecto Yasuní "sigue vigente".
Las críticas de Correa a la gestión de la iniciativa llevó a la
dimisión a los principales integrantes de la Comisión que la
impulsaba, así como al canciller, Fander Falconí, importante
defensor de la iniciativa dentro del gabinete.
Patiño lamentó la dimisión del canciller, al que calificó como
"un hombre extraordinario", pero se mostró seguro de que seguirá
formando parte del proyecto político del Gobierno, aunque no sea
desde la cancillería.
"Seguimos teniendo fe en el proyecto Yasuní-ITT y esperamos que
se pueda concretar", agregó.
La iniciativa propone evitar la emanación de 410 millones de
toneladas de dióxido de carbono (CO2), a través de la no explotación
del campo ITT, en el Parque Nacional Yasuní, uno de los lugares de
mayor biodiversidad del planeta donde viven pueblos indígenas no
contactados. EFE