Quito, 27 feb (EFE).- El Gobierno de Ecuador dio hoy un ultimátum
para que se concrete un crédito con el banco chino Eximbank, que
servirá para construir la planta hidroeléctrica más grande del país,
adjudicada a una compañía de ese mismo país asiático.
Así lo anunció el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, durante
su habitual programa de radio y televisión de los sábados, y precisó
que si no se concreta la operación hasta el próximo 15 de marzo,
convocará a una nueva licitación de la obra.
El pasado 5 de octubre, Correa suscribió el contrato con la
empresa china Sinohydro para la construcción de la planta
Coca-Codo-Sinclaire, cuyo coste se estima en unos 2.000 millones de
dólares.
Sin embargo, la ejecución de la planta estaba atada a la
negociación de un crédito con el Eximbank, que ha demorado unos ocho
meses.
"Los chinos son muy difíciles y lentos para negociar y nosotros
no tenemos tiempo que perder, así que he dado hasta el 15 de marzo"
para que se concrete el crédito, remarcó Correa.
"O se arreglan los términos del crédito o damos por concluidas
las negociaciones y se empezará una nueva licitación", lo que
supondría una pérdida de "cuatro o seis meses más" en la ejecución
de la obra, una de las más importantes y prioritarias del país,
agregó el mandatario.
Correa se lamentó de la situación, a la que calificó como "mala
noticia", tras criticar la escasa respuesta de las autoridades
chinas para promover la negociación con el Eximbank.
Pese a que "esto no es responsabilidad del Gobierno" chino, ese
Ejecutivo podía haber facilitado la negociación, agregó el
gobernante ecuatoriano, que lamentó la posibilidad de "desistir de
ese contrato".
"No olvidaremos lo que ha pasado (...) Realmente con China
queríamos tener las mejores relaciones diplomáticas geopolíticas,
pero así no se trata a un Gobierno amigo", reclamó Correa.
Además, insistió en la importancia de la hidroeléctrica, que
producirá unos 2.000 megavatios de potencia, un 70 por ciento de la
demanda actual de energía en Ecuador, y dijo que con cada día de
demora su país debe gastar dos millones de dólares para operar las
plantas termoeléctricas. EFE