Quito, 24 oct (EFE).- El Gobierno de Ecuador anunció que ha
desechado una propuesta de la compañía portuguesa de cemento Cimpor
para manejar una planta en el país, a la que capitalizará con
aportes del Estado, de los trabajadores y de grupos indígenas.
Correa, en su habitual informe semanal difundido hoy, señaló que
no fue "buena" la oferta de Cimpor para adquirir la mayoría de
acciones de la planta Cemento Chimborazo, que es propiedad del
estatal Banco Nacional de Fomento (BNF) y que el Gobierno busca
fortalecerla, ante el aumento de la demanda del producto en el país.
El mandatario recordó que la negociación con Cimpor fracasó, tras
dos años de conversaciones, debido a que la firma portuguesa ofreció
apenas 20,7 millones de dólares por la planta Cemento Chimborazo,
valorada en entre 70 y 80 millones de dólares.
Tras desechar la propuesta de Cimpor, Correa dijo que ya ha dado
la disposición para que el Ministerio de Industrias adquiera al BNF
la planta.
Para que los empleados e indígenas puedan adquirir acciones de
dicha planta, el Gobierno estudia la provisión de créditos blandos
que les permitan acceder al negocio, aunque recordó que, en el caso
de los campesinos, ellos han constituido un fideicomiso, con el
aporte de sus miembros, para participar en el proyecto.
Además, el jefe del Estado aseguró que lo mismo ocurrirá con la
planta Guapán, de propiedad del Instituto de Seguridad Social
(IESS), que también será comprada por el Ministerio de Industrias,
con la posibilidad de copropiedad de trabajadores y habitantes de la
provincia andina de Cañar, donde se asienta la empresa.
Agregó que la política de cemento diseñada por su Gobierno
establece un aumento de la oferta del producto en "al menos 1,5
millones de toneladas, en los próximos 40 meses", por lo que, además
de mejorar el funcionamiento de las dos plantas estatales, se
requerirá la construcción de otras nuevas.
Con la adquisición de Cemento Chimborazo y Guapán, el Gobierno
prevé constituir un Consorcio Cementero Nacional, entidad que
también emprenderá la construcción de las nuevas plantas, a través
de contratos con firmas internacionales, bajo la modalidad "BOT",
que supone construcción, administración y transferencia al Estado.
Correa recordó que existe un consorcio chino interesado en la
construcción de nuevas plantas, por lo cual ellos las administrarán,
pero la industria será estatal y, hasta un 49 por ciento, de los
trabajadores y de los grupos sociales donde se asienten los
proyectos. EFE