Quito, 30 ene (EFE).- El vicepresidente ecuatoriano, Lenin
Moreno, aseguró hoy que la Tierra "puede ser asesinada" por la
contaminación y, ante ello, exhortó a la comunidad internacional a
apoyar un proyecto de su país que busca dejar sin explotar un gran
yacimiento petrolífero en la Amazonía.
Moreno, en el habitual informe sabatino de las actividades del
Gobierno, recordó que el país ha lanzado al mundo el proyecto
Yasuní-ITT, que intenta dejar bajo tierra cerca de mil millones de
barriles de crudo y proteger una proción de selva amazónica, en el
noreste de Ecuador.
A cambio de preservar el Parque Nacional Yasuní, donde se
encuentra el yacimiento, Ecuador exige a la comunidad internacional
una compensación de la mitad de los 7.000 millones de dólares de
ingresos que supondría explotarlo.
Moreno insistió en que la protección ambiental es un asunto
fundamental para el futuro de la humanidad y dijo que el proyecto
Yasuní-ITT es un "sacrificio" de los ecuatorianos para contribuir en
algo a la conservación de la vida.
"La tierra, al igual que los seres humanos, puede ser asesinada",
añadió el vicepresidente y criticó a las grandes potencias por la
falta de acuerdos en la última Cumbre del Clima en Copenhague.
El proyecto ecuatoriano evitaría la emanación a la atmósfera de
410 millones de toneladas de dióxido de carbono, "una cifra bastante
representativa", remarcó.
"Olvidemos nuestra vanidad, este consumismo desesperado, loco,
demencial y regresemos a ver nuestra naturaleza", exhortó Moreno a
la comunidad internacional, al reiterar su pedido para que apoye la
iniciativa ambiental ecuatoriana.
De su lado, el biólogo Pablo Jarrín, director de la Estación
Científica Yasuní, de la Pontificia Universidad Católica de Ecuador
(PUCE), invitado al informe semanal por Moreno, reveló cifras de la
concentración de biodiversidad en el Parque Yasuní, que representa
sólo el 0,6 por ciento de toda la superficie de la Amazonía.
En ese pedazo de selva, dijo Jarrín, se ha establecido un "récord
mundial en especie de anfibios", con un total de 150 tipos de sapos
y ranas, muchas más de las 99 que se han registrado en todo el
territorio de Norteamérica.
Asimismo, el científico dijo que en el río Napo, que cruza por el
Yasuní, hay 552 especies de peces, mientras que en el Misisipi, en
Estados Unidos, hay sólo 375.
En el Yasuní se han contado 596 especies de aves, que representa
un tercio de toda de la Amazonía, mientras que en Norte América hay
654 especies; es decir, señaló Jarrín, que "en este pequeño espacio
de selva tenemos tantas especies de aves como en todo Estados Unidos
y Canadá".
Respecto a las plantas, el biólogo, que se basó en un reciente
estudio desarrollado por una universidad estadounidense, dijo que en
una hectárea del Yasuní existen 655 especies de árboles, mientras
que EE.UU. hay lo mismo en todo su territorio.
Lo mismo ocurre con las 100.000 especies de insectos del Yasuní,
añadió Jarrín tras señalar que el conocimiento científico en el
mundo ha registrado 6.000 variedades de bacterias, mientras que en
una tonelada de tierra de ese sitio ecuatoriano se calcula que hay
cuatro millones.
Explicó que esa concentración de biodiversidad, considerada una
de las más altas en el planeta, se debe a una combinación de
factores ambientales, climáticos, astronómicos e históricos, que han
hecho del Yasuní un lugar único.
Explicó, por ejemplo, que durante el pleistoceno, hace unos 2,6
millones de años y hasta unos 10.000 años atrás, la Tierra sufrió un
ciclo de calentamiento y enfriamiento, pero que uno de los pocos
sitios de la Amazonía que permaneció como selva durante la segunda
de ellas fue justamente el Yasuní.
Remarcó que, además, el Parque concentra una riqueza molecular y
genética importantísima que, según él, representa un gran
laboratorio biomolecular de información para la humanidad.
"Es ahí donde está el secreto para el futuro", apostilló el
científico. EFE