Washington, 30 sep (EFE).- El Gobierno de Estados Unidos confirmó
hoy que la economía se ralentizó en el segundo trimestre del año,
aunque el ritmo de crecimiento fue superior a lo que se había
calculado inicialmente.
El Departamento de Comercio indicó que entre abril y junio el
Producto Interior Bruto (PIB) creció a una tasa anualizada del 1,7
por ciento, una décima más que el cálculo preliminar dado a conocer
hace unas semanas.
Los mercados reaccionaron con optimismo, ya que la mayoría de los
analistas esperaba que se confirmara el dato anterior del 1,6 por
ciento.
Nada más divulgarse el informe del Departamento de Comercio, una
corriente alcista se estableció en Wall Street, que hoy podría
cerrar con la mayor subida acumulada en septiembre desde 1939.
Poco después, no obstante, se desató la recogida de beneficios, y
el índice Dow Jones de Industriales, el más importante de Wall
Street, se dejaba un 0,80 por ciento.
Aunque el dato dado a conocer hoy es mejor de lo esperado,
corrobora la pérdida de ímpetu del crecimiento de la economía de
EE.UU., que retornó al crecimiento a mediados de 2009 tras la
recesión más larga y profunda desde la Gran Depresión.
En el cuarto trimestre de 2009 el ritmo de crecimiento fue del 5
por ciento, y entre enero y marzo fue del 3,7 por ciento.
Otro informe del Gobierno señaló hoy que la cifra semanal de
solicitudes de subsidio por desempleo bajó en 16.000 y quedó la
semana pasada en 453.000.
El promedio en cuatro semanas de solicitudes bajó en 6.250 y se
ubicó en 458.000, el nivel más bajo desde fines de julio.
La mayoría de los economistas calcula que el PIB marcará una tasa
anualizada de crecimiento del 2,1 por ciento entre julio y
diciembre. Los economistas también dan un 20 por ciento de
probabilidades de que la economía retorne a la recesión.
La desaceleración del crecimiento entre abril y junio, según el
informe, se debió a un agudo incremento de las importaciones y una
disminución sustancial de la inversión de las empresas privadas en
inventarios.
El informe muestra que en el segundo trimestre de este año el
gasto de los consumidores y la inversión fija, no residencial,
hicieron contribuciones positivas al PIB.
El gasto de los consumidores, que en EE.UU. equivale a más de dos
tercios del PIB, creció a una tasa anualizada del 2,2 por ciento en
el segundo trimestre, esto es dos décimas por encima del cálculo
preliminar hecho por el Gobierno.
Pero, cuando el desempleo se mantiene por encima del 9,5%, los
consumidores parecen más dispuestos a reducir sus deudas y no están
gastando tanto como lo harían normalmente durante un período de
reactivación económica. En el segundo trimestre los estadounidenses
ahorraron el 5,9% de sus ingresos, el nivel más alto en un año.
Antes de que en diciembre de 2007 les cayera encima la recesión,
los consumidores estadounidenses ahorraban apenas el 2,1 por ciento
de su ingreso disponible, es decir después del pago de impuestos.
En su ajuste de cifras el Gobierno, asimismo, subió de 445.000
millones a 449.000 millones de dólares el monto del déficit en el
comercio exterior entre abril y junio. El saldo negativo en el
intercambio comercial sustrajo 3,5 puntos porcentuales del
crecimiento, la mayor reducción desde que se inició este registro en
1947.
El índice de precios vinculado al PIB, una medida de la inflación
que es la preferida de la Reserva Federal para observar la presión
de los precios, subió entre abril y junio a una tasa anualizada del
1 por ciento.
Esto se ubica cómodamente en la franja de inflación del 1 al 2
por ciento que los responsables por la política monetaria consideran
razonable para un crecimiento firme de la economía. EFE
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