(Corrige guía)
María Peña
Washington, 2 mar (EFE).- Ejecutivos de Toyota en Estados Unidos
advirtieron a sus superiores en Japón de problemas con la calidad y
seguridad de los vehículos en 2006 y 2008, indicaron documentos
presentados hoy en el Senado y que dieron hierro a las quejas sobre
la respuesta a la crisis de la empresa.
Documentos divulgados hoy en una audiencia del Comité de Comercio
del Senado reflejan la frustración en 2006 del ex presidente de las
operaciones de Toyota en EE.UU., Jim Press, sobre los problemas de
calidad y seguridad de algunos vehículos.
En un documento confidencial de 20 páginas, del 20 de septiembre
de 2006, Press instó a los ejecutivos en Japón a que la
multinacional japonesa fortaleciera sus relaciones con la
Administración Nacional de Seguridad en las Carreteras (NHTSA, por
su sigla en inglés) y "organizaciones relacionadas".
Eso se lograría, según Press, mediante una colaboración con las
investigaciones de NHTSA, tomando en cuenta el impacto publicitario
de sus "respuestas técnicas".
En aquella fecha, Press también advirtió de que, según una
encuesta encargada por Toyota, la lealtad de los consumidores
sufriría si continuaban las llamadas a revisión de los vehículos.
"Más del 50 por ciento de los encuestados que nunca habían tenido
problemas de llamadas a revisión apoyarían cambiarse de fabricante",
advirtió Press, quien recomendó que Toyota hablara "de forma franca"
y con una sola voz sobre las medidas de seguridad en los vehículos.
Según su presentación, la cobertura mediática en EE.UU. ese año
daba cuenta de que los problemas en los vehículos le estaban
restando brillo al mayor fabricante de autos en el mundo.
Press no fue el único en sonar la alarma. También Chris Pinto, un
vicepresidente de Toyota en Washington advirtió en 2008 de que la
reputación de la empresa iba en caída debido a esos problemas y un
mayor escrutinio de las autoridades federales.
El presidente del Comité, el demócrata Jay Rockefeller, dijo que
la llamada a revisión de 8,5 millones de vehículos de Toyota,
iniciada en octubre de 2009, subrayan la necesidad de fortalecer las
leyes vigentes para impedir más problemas en el futuro.
Al inicio de la audiencia, Rockefeller dijo que estudiará una
legislación que amplíe la autoridad del Gobierno en la regulación de
la industria automotriz.
Estados Unidos es el principal mercado de Toyota en el mundo
-seis millones de vehículos fueron llamados a revisión en este país-
y el incesante goteo de quejas por los problemas de aceleración de
los vehículos parecen estar colmando la paciencia del Congreso y de
la opinión pública.
En la misma audiencia, el secretario de Transporte de EE.UU., Ray
LaHood, dijo que el Gobierno sopesa exigir que todos los automóviles
que circulan en el país tengan una nueva tecnología de frenos.
"Lo estamos estudiando (...) creemos que es un buen dispositivo
de seguridad y estamos tratando de determinar si deberíamos
recomendarlo", dijo LaHood, al explicar que esta tecnología deberá
garantizar que el vehículo frene cuando se activan simultáneamente
los pedales de aceleración y de freno.
Según LaHood, el Gobierno estudia recomendar el sistema para
todos los vehículos que circulan en EE.UU., no sólo para los modelos
de Toyota.
Su dependencia investiga un total de 52 quejas sobre muertes
causadas por problemas de aceleración súbita no intencionada desde
2000.
Por su parte, el presidente de Toyota para América del Norte,
Yoshimi Inaba, reiteró las disculpas por la llamada a revisión de
millones de vehículos, y prometió responder con más eficacia a las
quejas de los consumidores.
"Nos queda claro que no escuchamos con la debida atención ni
respondimos con la rapidez que debimos hacerlo", dijo Inaba en su
testimonio.
Agregó que el comité que supervisará la calidad de los vehículos
-uno de los cambios anunciados por Toyota la semana pasada- será
encabezado por el ex secretario de Transporte de EE.UU., Rodney
Slater.
Inaba también informó al Congreso de que Toyota proveerá a la
NHTSA tres aparatos electrónicos que le permitirá a los reguladores
"leer" el contenido de las "cajas negras" de los vehículos que han
registrado problemas de aceleración súbita no intencionada.
Toyota, que ha recurrido a Twitter y ha lanzado una campaña
publicitaria multimillonaria para limpiar su imagen, enviará a
ingenieros desde Japón para enseñar el funcionamiento de esos
dispositivos a los expertos de la NHTSA, dijo Inaba. EFE