Buenos Aires, 21 oct (EFE).- La mayoría de los directivos de
empresas latinoamericanas valora fuertemente a la familia, pero no
pueden dedicarle tanto tiempo como les gustaría porque trabajan un
promedio de casi 50 horas semanales, según un estudio difundido hoy
en Buenos Aires.
La investigación, realizada por la escuela de negocios de la
argentina Universidad Austral entre ejecutivos de grandes y medianas
empresas de ocho países latinoamericanos, destaca que el 70 por
ciento de los directivos destina 49 horas por semana a su compañía,
mientras que el resto trabaja más de 50 horas.
El estudio "La agenda del directivo", basado en una muestra de
1.643 casos de directivos y gerentes de empresas de Argentina,
Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guatemala, México y Uruguay,
indica además que el 59 por ciento de los consultados piensa que la
principal fuente de satisfacciones es la vida familiar.
Sin embargo, dedican en promedio 20 horas semanales a sus hijos
si su cónyuge trabaja y 16 horas si su pareja no tiene empleo.
La motivación económica es la razón fundamental de la dedicación
de los directivos a su empresa, en especial en Argentina y Uruguay,
aunque muchos, en países como Ecuador, Colombia o Brasil, tienen
también muy cuenta su crecimiento personal.
Pese a la gran cantidad de horas que dedican a su trabajo, el 66
por ciento de los encuestados afirma que no tiene o tiene muy pocas
oportunidades para reflexionar sobre su labor.
"Los jóvenes no se conforman con mayor salario, quieren otro tipo
de beneficios y flexibilizaciones", apuntó Guillermo Fraile,
director del Centro de Conciliación y Familia de Standard Bank,
quien explicó que "hay una tendencia de cambio, pero todavía existe
cierta rigidez en el pensamiento latinoamericano".
La investigación concluyó también que los directivos perciben que
en sus países hay una tendencia a respetar los horarios laborales,
pero que no está mal visto quedarse en el trabajo fuera de horario y
consideran que se acepta mejor que una mujer ejecutiva deje su
carrera para atender asuntos familiares que si lo hace un hombre.
Si bien la mayoría declaró estar dispuesto a acotar el éxito de
su carrera en pos de una vida personal más plena, cuatro de cada
diez aclararon que no podrían hacerlo sin afectar su situación
económica, mientras que el resto sostiene que la armonización es
posible.
"En Latinoamérica la familia es muy importante, interesa mucho
mantenerla en armonía con el trabajo", afirmó a Efe Paola del Bosco,
investigadora del Centro de Conciliación y Familia del Standard
Bank, que colaboró en el estudio. EFE