Nueva York, 11 jun (EFE).- El alcalde de Nueva York, Michael
Bloomberg, pidió hoy que se suavice la presión sobre la petrolera
británica BP, para que esta pueda centrarse en solucionar el
desastre ecológico que está provocando en el Golfo de México el
derrame de crudo.
Durante su intervención semanal en un programa de radio local,
Bloomberg incluso excusó al consejero delegado de la petrolera, Tony
Hayward, al asegurar que "el tipo que dirige BP no fue para allá
personalmente e hizo explotar el pozo".
"Si queremos que se arregle y ellos son los únicos con los
conocimientos necesarios, creo que deberíamos esperar a buscar
culpables hasta que lo tengamos arreglado", dijo el hombre más rico
de Nueva York, que pidió que nadie "se apresure a juzgar a BP".
Estas declaraciones tienen lugar después de que grupos de
protección medioambiental y políticos hayan criticado el trabajo de
Hayward para tratar de detener el derrame.
En opinión de Bloomberg, que es propietario de una gran compañía
homónima, habría que dejar en paz a BP y sus directivos hasta que se
hayan terminado los trabajos de recuperación: "Yo no querría que se
centraran en otra cosa más".
Esta salida en defensa de las grandes empresas por parte de
Bloomberg ya se ha visto en ocasiones anteriores, la más reciente
tuvo lugar en abril, cuando pidió que no se criminalizara a las
entidades financieras, a las que por entonces el presidente de
Estados Unidos, Barack Obama, criticaba abiertamente.
El derrame en el Golfo, la peor catástrofe medioambiental de la
historia de Estados Unidos, empezó el 22 de abril dos días después
de la explosión y posterior hundimiento de una plataforma
petrolífera, que supuso la muerte de once personas y una fuga de
petróleo que ha contaminado ya la costas de Alabama, Florida,
Luisiana y Misisipi.
El Departamento de Protección Medio Ambiental de Florida informó
hoy que la mancha negra baña la costa del noroeste de ese estado y
ha penetrado en el canal de Perdido Pass, en el condado de Escambia,
donde se encuentran la famosas playas de Pensacola y Perdido Key.
EFE