Nueva York, 22 abr (EFE).- El alcalde de Nueva York, el
independiente Michael Bloomberg, mostró hoy su respaldo al plan de
reforma financiera detallado por el presidente estadounidense,
Barack Obama, pese a que dijo temer por las consecuencias que ésta
podría tener sobre los puestos de trabajo en Wall Street.
"Estoy de acuerdo con el presidente en que nuestro sector
financiero necesita una verdadera reforma; una reforma adecuada, que
no deje a neoyorquinos sin trabajo y que no dañe el futuro económico
a largo plazo de nuestra ciudad y nuestro país", dijo el alcalde,
quien estaba hoy entre los asistentes al discurso de Obama.
El mandatario estadounidense visitó hoy el centro universitario
Cooper Union, cercano a Wall Street, para detallar, ante una
concurrida audiencia, incluidos altos ejecutivos del sector
financiero, en qué consiste la reforma que estudia el Senado para
evitar que nuevas crisis financieras pongan en jaque la economía del
país.
Bloomberg, reelegido para un tercer mandato el pasado noviembre,
recordó que el sector financiero emplea a medio millón de
neoyorquinos y que el perfil más habitual del trabajador de este
sector es de clase media y cobra unos 70.000 dólares anuales, por lo
que aseguró temer que una mayor regulación se cobre empleos
precisamente en esa franja social.
"Si una mayor regulación e impuestos más altos provocan una
reducción de empleos en Wall Street, eso conllevaría menos puestos
de trabajo para la clase media en todo el país", explicó el alcalde,
que se dijo preocupado por "policías, bomberos, maestros y personal
sanitario que son pagados con los impuestos que genera el sector
financiero".
Bloomberg alertó, además, de que limitar el tamaño de las grandes
entidades -tal y como ha propuesto Obama- podría hacer que algunas
firmas financieras se lleven empleos al extranjero y abogó porque se
apliquen las leyes existentes que vigilan la creación de grandes
empresas y velan por la libre competencia.
El alcalde aplaudió, sin embargo, el interés de Obama por
proteger a los consumidores y aseguró: "El presidente tiene razón:
necesitamos una nueva regulación que esté compuesta por medidas
inteligentes, de acuerdo con estándares internacionales, que apoyen
el acceso al capital y promuevan la creación de empleos".
Por su parte, el fiscal de cuentas de la ciudad de Nueva York,
John Liu, no comulgó con los temores acerca de la pérdida de empleo
que podría ocasionar una mayor regulación del sistema financiero y,
aseguró en un comunicado emitido tras el fin del discurso de Obama
que esos miedos están "faltos de fundamento".
"De hecho, es la falta de una fuerte supervisión y regulación lo
que ha provocado enormes pérdidas de empleo en Nueva York", aseveró
Liu, quien lamentó que la Gran Manzana sea "tan dependiente de un
solo sector".
Según el fiscal de cuentas de la ciudad, esa dependencia ha hecho
que haya quien defienda que "los neoyorquinos deberían apoyar las
grandes bonificaciones en las empresas e, incluso, no aplicarles
impuestos, incluso cuando sufrimos nuestro mayor déficit
presupuestario en muchas generaciones". EFE