Jairo Mejía
Tokio, 7 may (EFE).- El Banco de Japón (BOJ) ofreció hoy dos
billones de yenes (17.846 millones de euros) a las entidades
financieras, en su primera inyección de liquidez desde final de
2009, con el fin de contener las turbulencias bursátiles generadas
por la crisis griega.
La inyección de liquidez para un mismo día se realizó con la
intención de "incrementar la sensación de seguridad en los
mercados", informó a Efe un portavoz del banco emisor, después de
que el índice Nikkei de la Bolsa de Tokio se dejara a primera hora
el 4,1 por ciento, caída desconocida en lo que va de año.
La medida de urgencia del BOJ y las apariciones de las
autoridades japonesas desde primera hora de la mañana tuvieron un
moderado efecto, al permitir que el principal selectivo nipón
remontase para cerrar con un retroceso del 3,10 por ciento, similar
al registrado el jueves tras tres jornadas festivas.
El ofrecimiento del BOJ ha sido de una inusual rapidez ante la
preocupación generada en los mercados internacionales.
Su tamaño es además idéntico al anunciado en diciembre de 2008,
cuando los efectos de la quiebra de Lehman Brothers en septiembre de
aquel año hundieron a las bolsas de todo el mundo.
Asimismo, la medida adoptada hoy por la entidad emisora es la
primera de estas características desde el 2 de diciembre de 2009,
cuando puso en circulación un billón de yenes (8.923 millones de
euros) para hacer frente a la apreciación del yen originada por la
crisis de deuda en Dubai.
La excepcional medida, que facilita fondos a bancos y casas de
valores y que finalmente no fue utilizada en su totalidad (se usaron
1,55 billones de yenes), busca contener la apreciación del yen
frente al euro, divisa que está perdiendo atractivo frente a la
moneda nipona y estadounidense como valor refugio.
El primer ministro nipón, Yukio Hatoyama, compareció hoy con
premura para asegurar que el Gobierno actuará "con firmeza" con el
objetivo de contrarrestar la confusión en los mercados financieros,
al tiempo que reconoció su gran preocupación por la situación.
Asimismo, el ministro de Finanzas japonés, Naoto Kan, indicó que
hoy mantendrá una reunión por videoconferencia con sus homólogos del
G7 (Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia, Canadá y
Japón) para hablar del plan de rescate a Grecia que podría
concretarse este fin de semana.
En su opinión, en ese encuentro no se tomarán medidas
específicas, tales como una intervención para sostener a la moneda
común europea.
La reunión a distancia se producirá dos días antes de que el
Directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) se reúna para
decidir si aprueba sus préstamos por 30.000 millones de euros para
Grecia durante tres años, que se unirían a otros 80.000 millones de
euros de la Unión Europea (UE).
El Grupo de los Siete intentará rebajar el nerviosismo global por
una posible extensión de la crisis de deuda de Grecia después de que
el euro llegara a su mínimo en catorce meses frente al dólar.
La moneda europea llegó a intercambiarse ayer a 1,25 dólares,
mientras alcanzó su nivel más bajo en ocho años y medio frente a la
divisa nipona al situarse en los 110,49 yenes en Nueva York, nivel
que recuperó ligeramente durante la jornada de hoy en Tokio hasta
volver a la banda de las 117 unidades.
Kan aseguró que el impacto en Asia será "pequeño", pese a que las
plazas del Continente asiático, las primeras en abrir hoy,
sucumbieron de nuevo a las incertidumbres sobre el futuro la zona
euro.
El portavoz del Gobierno, Hirofumi Hirano, indicó hoy que las
autoridades niponas "vigilan de cerca" el valor del yen para evitar
la volatilidad en el mercado de divisas, aunque en ningún caso
sugirió una intervención, medida que Japón no lleva a cabo desde
2004. EFE
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