Guillem Martínez Pujol
Cantón (China), 23 sep (EFE).- Seis socios de distintos campos
iniciaron hace apenas dos años y medio un proyecto en forma de
consultora "verde", con el que han alcanzado un éxito por sus ideas
innovadoras en España y ahora afrontan el reto de entrar en China
con su producto estrella: el "chubasquero de patata".
La plataforma de ecodiseño Good for Environment! (G4E!) es un
ejemplo de las 153 pymes españolas presentes en la Feria
Internacional de China de la Pequeña y Mediana Empresa (Cismef), en
el que España es país invitado de honor de esta edición.
En el certamen, celebrado en la ciudad sureña de Cantón, conocida
popularmente como "la fábrica del mundo" y que cuenta con medio
millón de industrias dedicadas en su mayoría a la exportación, se
reúnen proyectos de todos los sectores y abundan las iniciativas
pequeñas pero innovadoras.
A través de la marca Equilicuá, la firma española -cuyos socios
funcionan básicamente a través de internet y residen en lugares tan
dispares como Oviedo, Barcelona, Hamburgo y Martinica- logró el
éxito con dos productos creados con la premisa de que su producción
deje una "huella ecológica casi cero".
El más rompedor, sin duda, es el "chubasquero de patata", una
prenda impermeable fabricada con cultivos específicos de este
tubérculo en una forma de agricultura no alimentaria, según explica
a Efe Maite Cantón, una de las socias de G4E!
"El objetivo era crear un producto medioambientalmente
responsable, en este caso, un chubasquero libre de PVC", agrega ante
las numerosas muestras de interés de los inversores y fabricantes
chinos que se dan cita en la feria.
El tejido del impermeable se fabrica en Orense con un bioplástico
a base de fécula de patata francesa y se cose en Gijón con hilo de
algodón orgánico, manteniendo los principios de sostenibilidad
"ambiental, social y económica" por los que se rige la empresa.
Además de ser totalmente biodegradable, la prenda añade una bola
de arcilla con semillas en su parte posterior, de manera que, cuando
el usuario decide terminar de utilizarla, puede plantarla y hacerla
germinar.
Estos mismos valores ecológicos llevaron a la firma a
introducirse en China, el país más contaminante del mundo y, por
tanto, un mercado con infinito potencial para las ideas ecológicas y
el desarrollo sostenible.
Los socios de Equilicuá se trajeron el chubasquero de patata y el
"econo", un disco condensador de agua para ahorrar líquido en el
riego de macetas.
"Queríamos venir a China para transmitir esta filosofía y tratar
de cambiar el sistema de producción y de consumo en China y por otro
abrir el mercado asiático", expone Iván Martín, otro de los
fundadores de la pyme española, autosuficiente en materia
financiera.
La firma aspira a vender los chubasqueros en ciudades como
Shanghai y también acercarse hasta Japón, por tratarse de zonas con
una mayor concienciación ecológica.
La respuesta de los visitantes que se acercan a su expositor en
la Cantón está siendo muy positiva, afirman, aunque reconocen que
los chinos, acostumbrados a la búsqueda desaforada del beneficio
económico sin preocuparse demasiado por las consecuencias, se
sorprenden con sus ideas.
Algunos, de hecho, llegan a acercarse el chubasquero de patata a
la boca para confirmar que no se trata de un producto comestible.
"No venimos por buscar una oportunidad ante la crisis. Estamos
aquí porque ya lo teníamos pensado", agregan sus responsables.
La feria Cismef es la cita anual de pymes más grande de China,
con 5.000 expositores y más de 300.000 visitantes previstos. EFE
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