Washington, 21 jun (EFE).- Líderes de ambas cámaras del Congreso
de EE.UU. anunciaron hoy que han logrado un acuerdo preliminar para
imponer sanciones unilaterales contra instituciones financieras que
negocien con Irán.
El acuerdo, que debe ser aprobado por el Congreso para
convertirse en ley, impone sanciones contra negocios que den a Irán
petróleo refinado, o le ayuden a producirlo, y contra instituciones
financieras que hagan negocio con la Guardia Revolucionaria iraní y
con ciertos bancos en la "lista negra" del Departamento del Tesoro.
En un comunicado conjunto, el presidente del Comité de la Banca
del Senado, Christopher Dodd, y el del Comité de Asuntos Exteriores
de la Cámara de Representantes, Howard Berman, explicaron que el
propósito del paquete de sanciones es "aumentar sustancialmente los
continuos esfuerzos multilaterales del Consejo de Seguridad de
Naciones Unidas y la Unión Europea".
"Si se aplican con rigor por parte del presidente (Barack Obama),
esta ley aumentará las presiones sobre Teherán para combatir su
proliferación de armas de destrucción masiva, su apoyo al terrorismo
internacional y atroces abusos de los derechos humanos", agregaron
los legisladores.
Según un borrador del texto, distribuido a la prensa, los bancos
extranjeros que hacen negocio con entidades iraníes en la "lista
negra" de EE.UU. tendría un ultimátum: cesar sus actividades o
arriesgarse a que Estados Unidos les bloquee el acceso a su sistema
financiero.
La medida también responsabilizaría a los bancos estadounidenses
de las acciones de sus subsidiarias en el exterior.
La iniciativa amplía las sanciones ya autorizadas bajo la Ley de
Sanciones contra Irán, de tal manera que se aplicarían "a compañías
extranjeras, incluyendo en los sectores de seguros, finanzas y de
envío de cargamentos, que venden a Irán bienes y servicios" o
asistencia técnica para desarrollar el sector energético de ese
país.
Además, prohíbe la concesión de contratos federales a compañías
extranjeras que exporten a Irán tecnología que, a su vez, sea
utilizada para restringir la libertad de expresión y el libre flujo
de información.
También provee un marco legal mediante el cual los gobiernos
locales y estatales y otros inversionistas estadounidenses puedan
deshacerse de sus portafolios de inversiones en empresas
involucradas en el sector energético de Irán.
También fortalece el embargo de EE.UU. contra Irán al codificar
varias órdenes ejecutivas y limitar los bienes exentos de ese
embargo.
El Gobierno de EE.UU. levantaría las sanciones cuando el
Ejecutivo certifique ante el Congreso que Irán cumple con los
requisitos para salir de la lista de presuntos patrocinadores del
terrorismo, y ha cesado sus esfuerzos para desarrollar o adquirir
armas de destrucción masiva y misiles balísticas y tecnología para
lanzarlos, según el texto.
Hace dos semanas, el Consejo de Seguridad de la Organización de
Naciones Unidas (ONU) aprobó una resolución que impone nuevas
sanciones contra Irán, como parte de un esfuerzo internacional para
presionar a ese país a que abandone su presuntas ambiciones
nucleares.
El Comité de Relaciones Exteriores del Senado, liderado por John
Kerry, realizará mañana una audiencia sobre el impacto económico y
político de esas sanciones en Irán, la primera desde el voto en la
ONU. EFE