Atenas, 26 abr (EFE).- El coste de la deuda griega continuó
subiendo hoy, tres días después de Atenas pidiera ayuda externa para
salir de la dura crisis que padece, al situarse la rentabilidad de
los bonos de Estado a diez años en un insólito 9,37 por ciento.
El diferencial de los bonos griegos en comparación con el "bund"
alemán se disparó hoy a los 635 puntos básicos, después de iniciar
la jornada a 559 puntos.
A media sesión de hoy, el índice bursátil ATHEX de Atenas bajaba
un 3 por ciento, hasta 1.801 puntos.
La falta de confianza de los mercados se debe a que varios
miembros de la zona del euro, Alemania a la cabeza, han pedido
nuevas condiciones para entregar a Grecia el prometido paquete de
ayudas de 30.000 millones de euros en créditos, a un interés del 5
por ciento.
Grecia debe de pagar unos 8.500 millones de euros en intereses de
su deuda hasta finales de mayo para lo que necesita nuevos créditos.
Aparte de los 30.000 millones de la Unión Europea (UE), Atenas
espera recibir también unos 15.000 millones de euros del Fondo
Monetario Internacional (FMI).
Una delegación de expertos del FMI se encuentra en Atenas desde
la semana pasada, para negociar con las autoridades griegas las
condiciones de esa ayuda.
El Gobierno socialista griego se ha propuesto un duro programa de
austeridad para reducir el gasto este año en unos estimados 4.800
millones de ruso.
El FMI exige, según señala hoy la prensa local, un plan de
austeridad de cuatro años.
El ministro de Finanzas griego, Yorgos Papaconstantínu, aseguraba
ayer en Washington, tras una reunión con altos funcionarios del FMI
que las negociaciones con la UE y el FMI estarán concluidas la
semana próxima.
Papaconstantínu agregó que Grecia permanecerá en la zona euro y
que el ejecutivo no piensa renegociar su deuda pública, que alcanza
actualmente el 115,1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).EFE