Washington, 26 feb (EFE).- La actividad económica en EE.UU.
creció en el ultimo trimestre de 2009 un 5,9 por ciento, más de lo
que se había calculado inicialmente, aunque el conjunto del
ejercicio mostró una contracción del 2,4 por ciento, la mayor desde
1946.
El departamento de Comercio dio a conocer hoy el cálculo
preliminar, no definitivo, de la evolución del Producto Interior
Bruto (PIB) del tercer trimestre. En marzo, el Gobierno dará su
cifra definitiva.
Las cifras ofrecidas hoy revelan que la mayor economía del mundo
creció a final de año a un ritmo más acelerado de lo que se pensaba,
pues mejoró en un 5,9 por ciento, cuando el avance facilitado hace
unas semanas revelaba un crecimiento del 5,7 por ciento.
Con estos datos, EE.UU. tuvo entre octubre y diciembre el mejor
comportamiento desde el tercer trimestre de 2003. Entre julio y
septiembre, el PIB creció a un ritmo anualizado del 2,2 por ciento.
La reactivación de la mayor economía del mundo en la segunda
mitad del año pasado siguió a cuatro trimestres de contracción en la
recesión más profunda y prolongada desde la Gran Depresión de los
años 1930.
La gravedad de la recesión se refleja en el hecho de que, aún con
un ritmo acelerado de crecimiento desde julio, el año terminó con
una caída del 2,4 por ciento del PIB, la mayor contracción desde una
del 10,9 por ciento en el año siguiente al final de la Segunda
Guerra Mundial.
En 2007 la economía había crecido un 2,1 por ciento, y en 2008 un
0,4 por ciento.
En Estados Unidos, el gasto de los consumidores representa
alrededor del 67 por ciento del PIB, y en el ajuste de cifras que
mostró hoy el Gobierno este gasto creció entre octubre y diciembre
un 1,7 por ciento. El cálculo inicial había sido de un aumento del 2
por ciento.
En el tercer trimestre de 2009, el gasto de los consumidores
había crecido un 2,8 por ciento estimulado, principalmente, por un
programa del Gobierno del presidente Barack Obama que dio un
subsidio de hasta 4.500 dólares para el canje de un vehículo viejo
por uno nuevo y más eficiente en el consumo de gasolina.
El gasto de los consumidores contribuyó 1,23 puntos porcentuales
en el PIB del cuarto trimestre, comparado con un cálculo de 1,44
puntos en el informe inicial.
La reactivación económica de Estados Unidos sigue siendo floja,
según dijo esta semana al Congreso el presidente de la Reserva
Federal, Ben Bernanke, quien indicó que las tasas de interés
seguirán siendo bajas por un período extenso.
Bernanke calculó que este año la tasa de crecimiento del PIB será
de un 3 a un 3,5 por ciento, y que la inflación seguirá siendo
moderada.
El informe de hoy muestra, precisamente, que el índice de precios
en gastos de consumo personal -una medida de la inflación a la cual
presta mucha atención la Reserva Federal- subió en el cuarto
trimestre un 2,3 por ciento, esto es cuatro décimas menos que en el
cálculo inicial.
Entre julio y septiembre este índice había subido un 2,6 por
ciento.
Pero la Reserva presta aún más atención al núcleo del indicador,
o inflación subyacente, un dato que excluye los precios volátiles de
alimentos y energía.
Esta inflación subyacente fue en el cuarto trimestre del 1,6 por
ciento, según el departamento de Comercio, que había calculado
inicialmente una inflación subyacente del 1,4 por ciento.
Esto se compara con una inflación subyacente del 1,2 por ciento
entre julio y septiembre, pero sigue estando dentro de la banda que
la Reserva Federal considera aceptable, que va del 1,5 al 2 por
ciento.
Otro componente del PIB, la vivienda, aumentó un 5 por ciento,
comparado con un cálculo inicial del 5,7 por ciento.
A su vez, el comercio internacional contribuyó 0,3 puntos
porcentual al PIB, en lugar del cálculo inicial de 0,5 puntos
porcentual.
El ajuste de cifras muestra que, entre octubre y diciembre
pasados, las exportaciones de Estados Unidos aumentaron un 22,4 por
ciento, el mayor incremento desde el segundo trimestre de 1996, en
tanto que las importaciones subieron un 15,3 por ciento. EFE
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