Jordi Kuhs
Viena, 5 jun (EFE).- El petróleo vivió una semana de volatilidad,
con notables bajadas y subidas, que al final pasaron al mayor
descenso del precio en cuatro meses, impulsado por incertidumbres
como una posible crisis presupuestaria en Hungría, la subida del
dólar y la débil creación de empleo en Estados Unidos.
El Petróleo Intermedio de Texas (WTI), de referencia para EEUU,
bajó el viernes en la bolsa de Nueva York un 4,15 por ciento, el
mayor descenso desde febrero, con lo que terminó la semana a 71,51
dólares por barril, un 3,4 por ciento menos que al término de la
semana anterior.
El crudo del Mar del Norte, el Brent, referente para Europa, bajó
incluso más, un 4,4 por ciento, hasta 72,09 dólares por barril, un
2,6 por ciento menos que la semana anterior.
Por su parte, el petróleo de la OPEP -calculado como promedio de
doce tipos de crudos- cerró su semana el jueves en 72,86 dólares por
barril, un 3,3 por ciento más que la semana anterior, aunque sin
tener en cuenta todavía un posible descenso el viernes.
Las fuertes caídas al cierre de la semana se debieron a varios
factores, como por ejemplo la más reciente debilidad del euro frente
al dólar, que bajó por primero vez desde marzo de 2006 de los 1,20
dólares por unidad.
Asimismo, las dudas en el mercado crecieron después de que el
nuevo Gobierno conservador de Hungría advirtiera de que el déficit
público del país podría ser mucho más elevado de lo que se pensaba.
"La economía (de Hungría) está en una situación muy grave",
señaló un portavoz del gobierno magiar, quien acusó al anterior
ejecutivo de haber manipulado los datos económicos, tal y como lo
había hecho Grecia.
Estas declaraciones causaron gran nerviosismo en los mercados
financieros, con fuertes pérdidas en las bolsas europeas, y en el
parqué de Wall Street.
Allí, la publicación de unos decepcionantes datos de creación de
empleo en Estados Unidos en mayo causaron gran nerviosismo entre los
inversores.
A su vez, la subida del dólar estadounidense desincentiva la
inversión en materias primas que, como el petróleo, se negocian en
la divisa estadounidense.
Además, ante noticias poco halagüeñas sobre la evolución de la
economía, los inversores también tienden a pensar que la demanda de
crudo y de sus derivados se resentirá, por lo que suelen reaccionar
retirándose de este mercado de futuros.
El martes, los mercados ya mostraron signos de nerviosismo con
bajadas de en torno al 2 por ciento, que se debieron a señales de
que la economía china podría ver su crecimiento estancado, según
destacó la consultora JBC Energy.
Los precios volvieron a subir el miércoles y viernes después de
conocerse que las reservas de petróleo en EEUU disminuyeron en 1,9
millones de barriles la semana pasada y quedaron en 363,2 millones
de barriles.
Aun así, las reservas de crudo se encuentran por encima del
promedio para esta época del año y en un nivel similar al de hace
doce meses, lo que indicaría que el mercado está estabilizado. EFE