Adriana Flores
Atenas, 7 abr (EFE).- La nueva ley impositiva de Grecia y las
reformas en la estructura de la autoridad fiscal fueron el primer
asunto tratado por el equipo del Fondo Monetario Internacional (FMI)
que hoy inició en Atenas una misión de apoyo técnico para ayudar al
país heleno a superar la grave crisis que sufre.
El grupo de expertos del FMI repasó durante dos horas con el
ministro de Finanzas griego, Yorgos Papaconstantinu, la nueva
estructura para recaudar impuestos, así como "asuntos relacionados
con los gastos estatales, que serán regulados con una nueva ley que
será elaborada hacia el verano", declaró a la prensa Papaconstantinu
al término del encuentro.
"El equipo del FMI no se ocupó de nuevas medidas de ahorro, sino
de la puesta en marcha de las iniciativas del gobierno", aprobadas
por la Unión Europea (UE) el 25 de marzo para que Grecia supere su
descalabro económico, precisó el ministro.
La misión del FMI permanecerá unos 15 días para evaluar sobre el
terreno la crítica situación de la economía y aportar ayuda técnica.
En declaraciones a Efe, un portavoz del ministerio de Finanzas
insistió hoy en que "la visita del FMI tiene un carácter de apoyo
técnico y no de inspección".
Papaconstantinu reconoció anoche, en una entrevista al canal de
televisión "Mega", que "el problema del país es grande", pero
aseguró que pese a ello Grecia no recurrirá a ayudas del FMI.
Tampoco "hay razón alguna para poner en marcha el mecanismo
europeo" de ayuda, afirmó.
Destacó que Grecia ha cubierto el pago de su deuda con
vencimiento en abril y estará en disposición de hacer lo mismo en
mayo, para lo que necesitará unos 11.000 millones de euros.
El ministro de Finanzas decidió hoy, en una reunión con el
director del banco central emisor griego, Yorgos Provópulos, liberar
15.000 millones de euros de fondos de rescate a los bancos del país
de 28.000 millones disponibles, "para apoyar al sistema bancario y a
la economía".
El rumor de que Grecia pretendía que se renegociaran las
condiciones del mecanismo europeo en su ayuda, desmentido luego por
Papaconstantinu, sumado al anuncio de que el déficit fiscal de 2009
fue finalmente del 12,9% del PIB, 0,2 puntos por encima de las
previsiones iniciales, desató ayer en los mercados el nerviosismo
sobre la deuda helena.
El diferencial entre la rentabilidad de los bonos griegos a 10
años y el bono alemán se disparó desde 349 puntos básicos del lunes
hasta un récord de 407 puntos en el mercado de la deuda pública.
Aunque algo menor, el diferencial de hoy de 400 puntos revela que
persisten las dudas de los inversores sobre la capacidad de Atenas
de superar sus graves problemas.
La bolsa ateniense cayó este miércoles el 2,98% y cerró en
1.987,58 puntos, mínimo desde el 1 de marzo.
El primer ministro griego, Yorgos Papandréu, aprovechó un
discurso ante su gobierno para lanzar un mensaje de confianza, al
afirmar que la crisis de credibilidad en Grecia "ya se ha superado y
sellado con el acuerdo alcanzado en la Unión Europea".
Resaltó que el mecanismo europeo de apoyo "para la estabilidad de
la zona del euro, de Grecia, en caso de que tenga dificultades,
constituye un hito", especialmente porque cuenta con la posibilidad
de "nuevas propuestas que en el futuro se tendrán en cuanta para
problemas similares".
"Expondremos nuestras ideas al respecto al grupo de Herman van
Rompuy (Presidente de la UE)", anunció Papandréu.
Dentro de un mes, se espera una visita de inspección de la
Comisión Europea, del Banco Central Europeo (BCE) y del FMI, ante la
elaboración de un informe sobre el plan de ahorro de 4.800 millones
de euros para 2010 presentado por Grecia.
"La labor principal de los próximos meses es que se cumplan, sin
ningún desvío, los compromisos estipulados en el Plan de Estabilidad
y Desarrollo, que significan poner en orden los problemas fiscales,
frenar el despilfarro público y la evasión de impuestos... pero
también crear el desarrollo para obtener ingresos", subrayó el jefe
del Gobierno griego. EFE