Brasilia, 8 nov (EFE).- La Comisión Internacional para la
Conservación de Atunes del Atlántico (CICAA) debatirá desde mañana
en Brasil cómo salvar a esa especie y al mismo tiempo impedir el
"desastre" que prevén los pescadores si se vetase su captura.
Representantes de los 50 países miembros de la CICAA se darán
cita hasta el próximo viernes en la ciudad brasileña de Porto de
Galinhas para discutir posibles restricciones y hasta un veto a la
pesca del atún rojo, que es resistido por empresas pesqueras de la
Unión Europea (UE) y la mayoría de los miembros de ese organismo.
Según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF en inglés), el
atún rojo puede "desaparecer por completo" para el año 2012 si se
mantiene el actual ritmo de captura, que en el mundo se calcula en
1,3 millones de toneladas anuales, de las cuales casi un 50 por
ciento corresponden a Japón, que no es miembro de la CICAA.
La preocupación central de la reunión de cinco días que comenzará
mañana será la pesca en aguas del Atlántico y el Mediterráneo, en
las que los ecologistas sostienen que se capturan 50.000 toneladas
anuales, muy por encima de las 22.000 toneladas autorizadas por el
organismo.
De esa cuota, la UE cuenta con 12.409 toneladas, de las cuales
4.116 toneladas corresponden a España, el país con el mayor consumo
de esa especie en el bloque comunitario.
La industria atunera española es además la más importante de
Europa, por lo que las decisiones que se adopten en las reuniones
que se celebrarán en Brasil serán claves para su futuro inmediato.
La propuesta más polémica que estará sobre la mesa en Porto de
Galinhas es impulsada por el Principado de Mónaco, cuenta con apoyo
de organizaciones ecologistas y plantea incluir al atún rojo en el
Anexo I de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies
Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).
En la práctica, esa medida que también respaldan Francia, Reino
Unido, Holanda y Alemania, supondría prohibir el comercio del atún
rojo por un período no determinado.
La Comisión Europea (CE), que representará a la UE en la cita de
Porto de Galinhas, se ha mostrado dispuesta a aceptar que la cuota
de capturas se reduzca de las 22.000 toneladas actuales a 15.000
toneladas para el 2010.
Sin embargo, ha aclarado que su postura sobre un hipotético veto
a la pesca del atún rojo dependerá de informes científicos que serán
conocidos durante la reunión que comenzará mañana.
Según datos del Ministerio de Pesca de Brasil, solamente la pesca
de atún rojo en el océano Atlántico supone un negocio que moviliza
más de 4.000 millones de dólares al año.
El país anfitrión de la reunión de la CICAA, que posee cerca de
7.500 kilómetros de costas sobre el océano Atlántico, captura cada
año alrededor de 34.000 toneladas de atún. EFE