Céline Aemisegger
Washington, 21 abr (EFE).- Los ministros de Trabajo del G20
dieron hoy a conocer su receta para que el crecimiento económico
genere un empleo sostenido, de calidad y digno, con una mayor
protección social, formación e inversión en puestos del futuro.
Los responsables de la cartera de Trabajo de las economías más
ricas y emergentes, entregaron hoy sus recomendaciones al presidente
de EE.UU., Barack Obama.
Fue el propio mandatario el que propuso en la última cumbre del
G20 en Pittsburg (Pensilvania) que se celebrara esta reunión para
confeccionar un documento que sirva a los jefes de Gobierno y de
Estado de base para sus políticas económicas futuras y de plataforma
para coordinar estrategias en su próxima reunión de junio en Canadá.
El mensaje de Obama, el primer líder de los 20 en recibir la
lista de recomendaciones, fue que la crisis ha unido a los países y
que es muy importante alcanzar un consenso sobre cómo hacer frente
al problema más acuciante, el paro, dijo en rueda de prensa la
secretaria de Trabajo de EE.UU., Hilda Solís.
La secretaria leyó al concluir la primera reunión de ministros de
Trabajo del G20 las cinco recomendaciones que elaboraron los
responsables de esta cartera durante los dos días de sesiones que
tuvieron lugar a puerta cerrada en la sede de su departamento.
Los ministros se apoyaron para sus "recetas" en un informe de la
Organización Internacional del Trabajo (OIT), presentado durante la
reunión, que estima que el G20 salvó o creó cerca de 21 millones de
empleos entre 2009 y 2010, aunque la mitad de los tres mil millones
de trabajadores del mundo tienen empleos precarios.
Por eso, los países de este grupo deben seguir con la
implementación de las medidas que ya han tomado y en algunos casos
hacer esfuerzos adicionales.
Las "recetas" de los ministros pretenden acelerar la creación de
empleo para asegurar una recuperación sostenible y crecimiento
futuro; reforzar los sistemas de protección social y promover
políticas activas de mercado de trabajo; situar el empleo y la
reducción de la pobreza en el centro de las estrategias económicas
nacionales y globales; mejorar la calidad de los empleos, y preparar
a la población activa para los futuros retos y oportunidades.
Solís se mostró "muy contenta" con esta lista de recomendaciones,
porque, aseguró, "van a ayudar a los trabajadores en todo el mundo".
Tanto ella como su colega canadiense, Diane Finley, explicaron
que durante la reunión los ministros analizaron varias iniciativas
relacionadas con los jóvenes, diferentes modelos laborales y
económicos, inversiones en "empleos verdes" y en energías
renovables, la formación, la protección social y el respeto a los
derechos fundamentales de los trabajadores.
Su homólogo de Argentina, Carlos Alfonso Tomada, indicó en la
rueda de prensa, a la que asistieron casi todos los responsables de
la cartera de Trabajo, dando así una imagen de unidad, que los
líderes tendrán en sus manos un "documento con un enorme consenso".
Eso sí, destacó, la respuesta de los países a los problemas del
paro, una "pandemia" como lo ha calificado el ministro español,
Celestino Corbacho en la reunión, no es igual y cada nación y región
tiene sus necesidades y características particulares.
En América Latina, por ejemplo, resaltó, la crisis no ha tenido
un impacto tan fuerte y la recuperación "ya ha comenzado" en los
países de esta región, aseguró.
Corbacho en representación de España y de la UE, defendió en la
reunión la necesidad de que los Gobiernos pongan el empleo en el
epicentro de sus estrategias futuras, con especial énfasis en los
jóvenes, que han sido los más perjudicados por la crisis.
La secretaria de Trabajo de EE.UU. destacó la importancia del
consenso al asegurar que "al final del día, recuperarnos de la
crisis y restablecer un crecimiento sostenible y equilibrado que
cree suficientes trabajos de calidad para nuestros ciudadanos son
objetivos que no podemos lograr solos, porque en una economía global
integrada tenemos que trabajar juntos". EFE
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