Teresa Bouza
Pittsburgh (EE.UU.), 23 sep (EFE).- Pittsburgh está ya lista para
acoger la cumbre de dos días del G20, que arranca mañana en un
momento de inflexión para la economía mundial, en el que se perciben
señales de recuperación que algunos temen lleven a bajar la guardia.
La ministra de Economía francesa, Christine Lagarde, alertó esta
semana contra esa tentación a los líderes del G20, que llegarán
mañana por la noche a esta vibrante ciudad de Pensilvania, al este
de EE.UU., procedentes de la Asamblea General de la ONU en Nueva
York.
"Estamos viendo, sobre todo en EE.UU., las suficientes señales de
recuperación como para que numerosos actores (de la comunidad
internacional) digan que volvamos a hacer las cosas como antes",
advirtió Lagarde el martes durante una rueda de prensa en París.
Similar mensaje lanzó el lunes la canciller alemana, Angela
Merkel, al apuntar que aunque la economía mundial va "por el buen
camino", la recuperación no está asegurada y es necesario "trabajo
adicional e intensivo".
La economía mundial ha reaccionado de forma positiva a los
recortes generalizados de los tipos de interés y las masivas
inyecciones de capital adoptadas para reactivar el crecimiento.
Esas medidas han propiciado un fuerte repunte en China, reanimado
a la agonizante economía estadounidense e inyectado vida en los
lánguidos indicadores macroeconómicos europeos.
Pero esa situación ha generado nuevos problemas, al disparar los
déficit y alimentar el temor a un repunte de la inflación.
De ahí que pese a que la salud de la economía mundial haya
mejorado desde que los jefes de Estado del G20 se reunieron en abril
en Londres, los observadores consideren "clave" esta cumbre.
Por el momento, el G20 ha apostado por un delicado equilibrio, al
defender que se mantengan los paquetes de estímulo hasta que la
recuperación no esté consolidada.
Aun así, se espera que Pittsburgh, a donde hoy llegarán ya las
delegaciones de Arabia Saudí e Indonesia, sirva para comenzar a
discutir estrategias de salida.
"Necesitamos trabajar en un nuevo consenso sobre la estrategia de
salida, para ver cómo salimos de todo esto que hemos creado durante
la crisis", afirmó el martes el director gerente del Fondo Monetario
Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn.
Se espera que el encuentro ponga de manifiesto las diferentes
prioridades de Estados Unidos, Europa y los países en desarrollo.
Los representantes de la Unión Europea (UE) desembarcarán en
Pittsburgh con un frente unido, tras alcanzar un acuerdo que pide
reglas vinculantes a nivel global para el sueldo de los banqueros y
controles a sus bonificaciones.
Europa aduce que la actual crisis es en parte resultado del
excesivo riesgo asumido por unos banqueros preocupados solo con sus
millonarias tajadas.
La UE pedirá que la mayoría de las bonificaciones se difieran en
el tiempo y que sea posible cancelarlas si los resultados de las
entidades no son buenos.
El celo regulador de los europeos ha generado cierta ansiedad en
Washington y más aún en Wall Street, donde se contempla con horror
la idea de que el Gobierno fije los sueldos del sector privado.
Aun así, Michael Froman, representante de la Casa Blanca ante el
G20, adelantó que el Gobierno de EE.UU. viaja a Pittsburgh con la
intención de lograr un paquete "robusto" de reformas sobre la
estructura salarial de la banca, así como la gobernabilidad y
transparencia del sector.
Más entusiasmo genera en Washington la propuesta del secretario
del Tesoro estadounidense, Timothy Geithner, para aumentar las
reservas de capital de los bancos.
Geithner ha logrado un apoyo sustancial para su programa, pero
todavía no hay cifras concretas sobre los niveles que se requerirán,
algo que podría concretarse durante los dos próximos días.
Sobre la mesa de trabajo estará también el cambio climático, otro
tema que provoca fricciones transatlánticas.
Por lo demás, se prevé que países emergentes como China, Brasil,
Argentina, México, Rusia e India hagan hincapié en la necesidad de
acelerar la reforma del FMI y otros organismos internacionales para
dar más voz al mundo en desarrollo.
El G20 está integrado por la Unión Europea, el G7 (EE.UU.,
Canadá, Japón, Alemania, Reino Unido, Italia y Francia) y Corea del
Sur, Argentina, Australia, Brasil, China, India, Indonesia, México,
Arabia Saudí, Suráfrica, Turquía y Rusia. EFE
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