Berlín, 20 sep (EFE).- El Gobierno alemán dijo hoy "comprender"
las críticas generalizadas por el pago de bonifaciones al personal
del maltrecho Hypo Real Estate (HRE), banco nacionalizado y único
suspenso en Alemania en los test de solvencia, pero lo considera
justificado para evitar deserciones masivas en su plantilla.
"Entendemos la estupefacción de la gente por esos pagos, pero
partimos de la base de que son correctos", afirmó el viceportavoz
gubernamental Christoph Steegmans, tras admitir que los pagos
pasaron por la supervisión del consejo de vigilancia, en que está
representado el Estado.
Según Steegmans, se trató de pagos "compensatorios", derivados
del proceso de reestructuración en que entró el HRE para ser
rescatado de su profunda crisis, arrastrado por el derrumbe del
mercado hipotecario estadounidense.
Con ello se pretendió impedir una "deserción" entre su personal,
explicó el portavoz -y corroboró su homólogo del ministerio de
Finanzas, Michael Offer-, con unos pagos que "al parecer" son
correctos.
La fuente gubernamental salió así al paso del alud de críticas
suscitadas por la información que sacó ayer a la luz el semanario
"Der Spiegel", acerca del reparto de bonificaciones millonarias
entre los directivos de ese banco hipotecario.
Fuentes del HRE -desde su nacionalización, formalmente propiedad
del Fondo de Estabilización de los Mercados Financieros (SoFFin)-
admitieron ya ayer esos pagos, aunque matizaron que el total de 25
millones de euros se repartió entre 1.400 empleados y en ningún caso
se superó el medio millón por destinatario.
Las explicaciones del HRE no aplacaron las críticas, tanto de la
oposición como de la Liga del Contribuyente, que calificó de
"escándalo" añadir el pago de bonificaciones a las de por sí
excesivas cargas que en las arcas públicas generará el rescate de lo
que se considera "un banco zombi", al que no se le devolverá a la
vida.
El banco muniqués, el primer gran afectado por los efectos de la
crisis inmobiliaria estadounidense en Alemania, quedó nacionalizado
dos años atrás, como consecuencia de su desploma, y el pasado año
sufrió pérdidas por 2.200 millones de euros.
Hasta ahora, la entidad ha recibido más de 140.000 millones de
euros en ayudas y garantías estatales.
La entidad fue el único banco alemán que suspendió el test de
solvencia ("stress test"), a que se sometieron un total de 91
entidades de la banca comercial europea el pasado agosto, trece de
ellas alemanas.
La cuestión del suspenso fue relativizada tanto por el Gobierno
como por el Bundesbank, ya que se recordó que el maltrecho banco
hipotecario se encontraba en un amplio proceso de reestructuración.
EFE