Londres, 17 ago (EFE).- El ministro británico de Economía, George
Osborne, admitió hoy que la recuperación de la economía del Reino
Unido será "agitada", pero insistió en que hay luz al final del
túnel y razones para ser "optimista con cautela" sobre el futuro.
En un discurso en Londres, Osborne asumió de esta manera el
diagnóstico que hizo la semana pasada el gobernador del Banco de
Inglaterra, Mervyn King, sobre la situación de la economía, cuya
previsión de crecimiento para 2011 rebajó del 3,4 al 2,5%.
King dijo que una de las razones para la previsible ralentización
del crecimiento del producto interior bruto (PIB) del Reino Unido
tiene que ver con el fuerte programa de reducción del gasto con el
cual el Gobierno de coalición conservador-liberal quiere recortar el
déficit público, que está en torno a 200.000 millones de euros.
Pero Osborne defendió ese recorte como pieza angular de la futura
recuperación de la economía y consideró un error "vivir negando" la
cuantía y las implicaciones de futuro del déficit actual.
"En el Reino Unido, podemos empezar a ser optimistas con cautela
sobre la situación económica", manifestó el ministro, que argumentó
que la recuperación de la economía tiene que venir de la mano del
sector privado y no de un sector público sobredimensionado.
Según Osborne, ya hay indicios de que la fórmula del Gobierno
funciona y que la confianza en la economía está aumentando, pese a
que el Ejecutivo sólo lleva en el cargo tres meses.
"El crecimiento del PIB en el segundo trimestre superó las
expectativas al situarse en el 1,1% (...) y el empleo crece al ritmo
más rápido de la última década, lo que frustra las predicciones de
que la economía no puede generar empleo en el sector privado",
destacó el canciller del Exchequer.
Osborne consideró que la recuperación ha comenzado gracias a que
se empieza a reequilibrar una economía endeudada, aunque pidió
"seguir siendo cautos".
Recordó que la inflación sigue resistiéndose a bajar, como lo
demuestran las cifras de julio, cuando los precios bajaron sólo una
décima hasta el 3.1%, muy lejos del objetivo del 2% del Banco de
Inglaterra.
"Por esta razón, estoy de acuerdo con lo que dijo Mervyn King la
semana pasada acerca de que previsiblemente afrontamos una
recuperación agitada. Esperar una travesía más suave después de la
mayor crisis económica de nuestras vidas, y con los problemas de
deuda que hemos heredado, sería pedir demasiado", destacó. EFE