Lisboa, 26 abr (EFE).- Portugal se enfrenta desde hoy a una
quincena de huelgas convocadas en protesta por las políticas de
austeridad del Gobierno y por lo que los sindicatos califican de
degradación de las condiciones de trabajo.
Los maquinistas de la compañía Comboios de Portugal (Trenes de
Portugal) comenzaron hoy un paro de tres días, entre las 5.30 y
10.00 hora local.
El objetivo es conseguir "que la compañía continúe con las
negociaciones del acuerdo de empresa, porque hay condiciones de
trabajo, productividad y jubilación que resolver", explicó Antonio
Medeiros, presidente del sindicato de maquinistas.
Según Medeiros, hoy "de cada cinco trenes de pasajeros, sólo ha
circulado uno".
A la huelga de los maquinistas se unen mañana trabajadores de
otras 15 empresas de transportes terrestres: Refer, Emef, Fertagus,
Metro de Oporto y de Mirandela, Comboios de Portugal Carga, Carris,
STCP, Transportes Sul do Tejo, Rodoviária da Beira Litoral e D'Entre
o Douro e Minho e ViaPorto; y de transporte fluvial: Atlantic
Ferries, Transtejo y Soflusa.
El Ejecutivo del primer ministro socialista José Sócrates deberá
lidiar con esta lluvia de protestas contra su propósito de
privatizar varias empresas públicas, las congelaciones salariales y
el bloqueo de las contrataciones colectivas.
También mañana los trabajadores de Correos de Portugal irán a la
huelga para protestar por la congelación de sus salarios, mientras
que los carteros harán paros en fases hasta el próximo 7 de mayo a
causa de las alteraciones en sus horarios de trabajo.
Asimismo, el miércoles el pleno de la Asamblea de la República
tendrá que ser pospuesto a causa del paro de los funcionarios
parlamentarios.
El Programa de Estabilidad y Crecimiento (PEC) del Gobierno
portugués, un plan de austeridad que persigue reducir el déficit
público del actual 9,3 por ciento al 2,8 en 2013 y que fue aprobado
el pasado marzo, prevé importantes limitaciones del gasto y de la
inversión pública.
El PEC contempla medidas contra el déficit como la congelación de
salarios de los funcionarios, el aplazamiento del tren de alta
velocidad entre Lisboa, Oporto y Vigo, la reducción del gasto
militar en un 40 por ciento y la venta de empresas públicas.
Ante la difícil situación económica en la que se encuentra el
país, el Ejecutivo de Sócrates prevé que con estas medidas la
economía crezca de forma paulatina en los próximos cuatro años desde
el 0,7% proyectado para este ejercicio hasta el 1,7% en 2013,
mientras que pronostica que el desempleo, ahora del 9,7%, apenas
bajará al 9,3% en tres años. EFE