Tokio, 12 jun (EFE).- El primer ministro nipón, Naoto Kan,
prometió hoy más medios y esfuerzos para contener la extensión de la
fiebre aftosa en la provincia de Miyazaki, cuya importante ganadería
se ha visto azotada por la enfermedad vírica desde abril.
La visita del recién nombrado primer ministro se produce poco
después de que se confirmara esta semana que la enfermedad, que no
se transmite a los humanos, se ha extendido a otras tres ciudades de
la provincia sureña de Miyazaki, famosa por la calidad de su carne
de vacuno.
Kan prometió que el Gobierno hará todo lo posible para
rehabilitar la industria ganadera local y prometió medidas para
reconstruir las granjas afectadas "de una manera responsable".
El Gobierno japonés prometió además más efectivos de las Fuerzas
de Auto Defensa (Ejército nipón) y de la Policía para reforzar los
trabajos de desinfección en la explotaciones ganaderas de vacuno y
porcino afectadas, así como en las vías de acceso a las granjas.
Los primeros casos de fiebre aftosa se detectaron en abril y
hasta el momento han supuesto el sacrificio de decenas de miles de
terneros y cerdos, así como la prohibición del transporte de reses
alrededor de las granjas afectadas.
El 18 de mayo las autoridades de la provincia de Miyazaki
declararon la situación de emergencia ante la "imparable" extensión
de un brote de fiebre aftosa, por lo que se han impuesto
desinfecciones de vehículos, controles y limitaciones en eventos con
multitudes.
La epidemia de fiebre aftosa llegó el jueves a Miyakonojo, la
ciudad que, en base a datos de 2006, tiene la mayor producción de
carne de vacuno y porcino de Japón y que en esa localidad suponen
unos 37.000 millones de yenes en ingresos (334 millones de euros).
Los ganaderos de Miyazaki temen que esta epidemia afecte a una
industria básica para la economía de la provincia, reconocida por su
calidad y cuya carne alcanza en el mercado altos precios.
La fiebre aftosa es una enfermedad muy contagiosa de animales
ungulados, como vacas, ovejas, cabras y cerdos.
Provoca fiebre alta y lesiones características en la boca y las
patas de los animales y no afecta a los humanos. EFE