Berlín, 6 nov (EFE).- El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang
Schäuble, no descarta que el Gobierno germano conceda ayudas
financieras a General Motors para ayudar al rescate de la firma
automovilística europea Opel.
Antes de ello, sin embargo, GM deberá devolver a las autoridades
alemanas el crédito puente de 1.500 millones de euros que vence el
próximo 30 de noviembre y que se concedió para garantizar la
supervivencia de Opel mientras se negociaba su venta, afirma
Schäuble en unas declaraciones que publica hoy el diario Neuen
Presse.
Asimismo, reconoce que "no son equivocados" los cálculos de su
antecesor en el cargo, Peer Steinbrück, de que la quiebra de Opel
costaría al Estado alemán hasta 3.000 millones de euros.
"Pero no se trata solo de los presupuestos, sino de las personas
afectadas, de las plantas de Opel y de regiones enteras", comenta el
responsable del fisco alemán.
Tras suspender la venta de Opel al grupo austríaco-canadiense
Magna y el banco ruso Sberbank, General Motors ha amenazado a la
plantilla de su filial europea con una declaración de insolvencia si
los comités de empresa no están dispuestos a hacer concesiones.
"Continuaremos esforzándonos junto a los estados federados
afectados por buscar ayuda y soluciones para los afectados", afirma
Schäuble.
Mientras tanto, los jefes de gobierno de los cuatro estados
alemanes con plantas de Opel -Renania del Norte-Westfalia, Turingia,
Hesse y Renania-Palatinado-, así como el ministro alemán de
Economía, Rainer Brüderle, han exigido de GM la presentación de un
plan concreto de futuro para Opel.
"Los estados federados tenemos claro que ninguna de las cuatro
plantas puede cerrarse", afirmó el jefe del gobierno de Renania del
Norte-Westfalia, Jürgen Rüttgers, al término de una reunión
celebrada anoche.
Mientras tanto, la canciller alemana, Angela Merkel, dijo que
está en estrecho contacto con el presidente estadounidense, Barack
Obama, con quien ya conversó telefónicamente sobre el tema al día
siguiente de que GM anunciara la suspensión de la venta de Opel a
Magna. EFE