París, 24 jun (EFE).- La jornada de huelgas y manifestaciones,
convocada hoy por seis sindicatos franceses, contra la reforma de
las pensiones se dejaba notar desde primeras horas de la mañana en
los transportes públicos, en particular en los trenes y en las redes
urbanas, pero también por la supresión de vuelos.
La Sociedad Nacional de Ferrocarriles (SNCF), en sus previsiones
sobre el impacto del paro -que había comenzado ayer a las 20.00
locales había advertido de que no circularían la mitad de los trenes
de alta velocidad con salida de París, ni las dos terceras partes de
los que no pasan por la capital, ni el 50% de las líneas
internacionales.
Entre estas últimas, se habían suspendido los trenes Elipsos que
van de París a Madrid y Barcelona, mientras que debían funcionar con
normalidad los Eurostar (de París a Londres), los Thalys (de París a
Bruselas, Amsterdam y Colonia) o los Lyria (de París a Ginebra y
Lausana).
La SNCF había avanzado igualmente que se iban a anular la mitad
de los trenes de cercanías en la región de París, la misma
proporción de regionales en el resto del país y las tres cuartas
partes de los convoyes de largo recorrido, al margen de los de alta
velocidad.
La Dirección General de la Aviación Civil (DGAC), a la vista de
los controladores aéreos que se habían declarado en huelga, había
pedido a las compañías que operan en los dos aeropuertos de París,
Roissy Charles de Gaulle y Orly, la reducción del 15% de los vuelos
programados entre las 7.00 y las 14.00 locales (entre las 5.00 y las
12.00 GMT).
La DGAC dirigía a los pasajeros hacia las propias compañías para
saber cuáles eran los trayectos afectados. La aerolínea de bandera
Air France había anunciado que había decidido que las supresiones se
hicieran en los trayectos interiores o continentales, y mantuvo
todos los de largo recorrido.
El transporte urbano de unas 60 ciudades de todo el país estaba
afectado por el llamamiento de los seis sindicatos convocantes de la
protesta (Fuerza Obrera, la tercera central del país, había decidido
no sumarse, pese a que también se opone radicalmente a la reforma de
las pensiones).
En París, la entidad del transporte metropolitano RATP indicó a
primeras horas de la mañana que circulaban en torno a las tres
cuartas partes de los metros y en los trenes de cercanía bajo su
responsabilidad
La supresión de trenes y autobuses urbanos obligó a mucha gente a
recurrir al coche particular para desplazarse, lo que tuvo un
impacto sobre el tráfico rodado, con 260 kilómetros de retenciones
en la región de París, mucho más que una jornada normal.
La de hoy es la cuarta jornada de movilizaciones contra la
reforma de las pensiones presentada a mediados de mes por el
Gobierno y cuya medida estrella es la elevación de la edad mínima
para la jubilación de los 60 años actuales a 62.
El principal objetivo de los sindicatos, según manifestó el
secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT) es
lograr sacar a la calle en las 200 manifestaciones organizadas por
todo el país a mucha más gente que en la protesta anterior del 27 de
mayo.
Ese día se habían contabilizado entre 400.000 manifestantes
(según la policía) y un millón (según los sindicatos).
Está previsto que el Consejo de Ministros apruebe el proyecto de
ley sobre las pensiones antes de las vacaciones de verano,
probablemente el 13 de julio, para una tramitación parlamentaria a
partir de septiembre. EFE