Londres, 21 jun (EFE).- El peligro de quiebra a corto o medio
plazo de la zona del euro sigue siendo bajo, según el último informe
de la agencia de calificación de riesgo Fitch.
Sin embargo, indica la agencia, la crisis actual ha puesto de
relieve ciertas puntos flacos tanto en la política económica como en
las instituciones, que se mostraron incapaces de evitar graves
desequilibrios fiscales y macroeconómicos.
Es preciso que los países corrijan esos desequilibrios si aspiran
a una economía exitosa y quieren disipar cualquier duda sobre la
sostenibilidad misma de la eurozona.
Según el informe, la respuesta de los políticos a la crisis,
incluido el Mecanismo de Estabilización Europeo de 500.000 millones
de euros y la "acelerada reducción de sus déficit" acometida por
algunos países, aleja aún más el peligro de quiebra.
Otros factores de disuasión serían los importantes obstáculos
legales, financieros y económicos y los costos que supondría tal
quiebra.
Fitch no descarta, sin embargo, que puedan producirse nuevos
episodios de volatilidad extrema del mercado hasta que la
recuperación económica y la reducción de los déficit (y
eventualmente también de la deuda) estén plenamente aseguradas y
esté operativo el citado mecanismo de estabilización.
La crisis de confianza en la viabilidad a largo plazo del euro
refleja, según la agencia, la gravedad de los desequilibrios
macroeconómicos en la región y el escepticismo sobre la capacidad de
las economías de la eurozona de llevar a cabo los necesarios ajustes
en ausencia de flexibilidad monetaria y de tipos de cambio.
También refleja las dudas sobre la firmeza del compromiso
político en la zona de la moneda única, dadas las vacilaciones y
resistencias iniciales a ayudar a Grecia.
La crisis financiera mundial y su impacto en la solvencia de los
propios Estados no se entiende plenamente sin considerar el excesivo
endeudamiento y apalancamiento del sector privado que puso de
relieve precisamente esa crisis, según la fuente.
Al intentar mitigar los gobiernos los efectos financieros y
económicos de la reducción de la deuda en la que había incurrido el
sector privado, aumentó su propio endeudamiento, según el informe.
El deterioro más grave de las finanzas públicas se produjo
generalmente en los países con el mayor endeudamiento del sector
privado, con la única excepción de Grecia, cuya crisis se debe sobre
todo a la mala gestión fiscal y a la pérdida de credibilidad, según
Fitch. EFE