Óscar Tomasi
Londres, 23 oct (EFE).- El barril de Brent ronda los 80 dólares
por barril por primera vez desde hace mas de un año, un claro
síntoma de que la confianza en el aumento de la demanda de crudo por
la mejora del contexto económico empieza a asentarse.
Para encontrar el barril de Brent -de referencia en Europa- a un
precio más alto hay que remontarse hasta el 9 de octubre de 2008,
hace 378 días, cuando cerró a 82,66 dólares.
Aquel mes de octubre reflejó perfectamente la caída en picado que
sufrió el precio del petróleo, ya que comenzó en los albores de los
100 dólares y terminó en 65, con lo que perdió más de un tercio de
su valor.
Lejos de los 150 dólares que alcanzó a mediados de julio del
pasado año, el barril llegó a situarse a finales de 2008 por debajo
de los 40 dólares, el mínimo precio registrado desde hacía cuatro
años.
Las especulaciones sobre un posible aumento del precio que
impulse el barril por encima de los cien dólares han comenzado a
dispararse, y algunos analistas ya apuntan a la posibilidad de que
la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) decida
aumentar la producción con el objetivo de controlar el precio.
El secretario general de la OPEP, Abdalá El Badri, ya señaló esta
misma semana que preferiría que, dado el contexto actual de
recuperación económica, el barril no sobrepasara la barrera de los
80 dólares.
El propio El Badri achacó parte de este incremento del precio a
las inversiones especulativas, lo que sirve para explicar su extrema
volatilidad.
La OPEP -organismo que agrupa a una docena de países que juntos
producen más del 40 por ciento del crudo mundial- situó en plena
crisis entre los 65 y los 75 dólares el precio idóneo para poder
afrontar una serie de reformas e inversiones imprescindibles para
incrementar su capacidad de producción.
Un motivo fundamental que explica esta tendencia alcista del
barril de crudo es la debilidad de la moneda estadounidense, ya que
ayer mismo el euro se cambiaba a 1,50 dólares, el nivel más alto
desde agosto de 2008.
Cuanto más bajo está el dólar, más atractivo resulta el petróleo
para los inversores, una tendencia que no parece que vaya a cambiar
a corto plazo, ya que al Gobierno estadounidense le interesa
fomentar ahora su potencial exportador.
El sector del petróleo parece vivir de espaldas a los debates en
torno a la Cumbre del Cambio Climático de diciembre en Copenhague,
de donde se espera que salga un acuerdo que sustituya en 2012 al
Protocolo de Kyoto para combatir el calentamiento global.
Mientras los dirigentes políticos de medio planeta subrayan la
necesidad de tomar medidas y la sensibilidad en torno a la cuestión
del cambio climático se encuentra en su punto más álgido, las
petroleras no parecen temer el auge de las renovables o los
biocombustibles y reclaman más realismo para poder asegurar el
abastecimiento energético mundial.
En un foro celebrado esta misma semana en Londres y que ha
contado con la presencia de representantes de las compañías
petroleras -gigantes como BP o Chevron entre ellas-, analistas y
dirigentes, la industria dejó claro que confía en que la importancia
de los combustibles fósiles no decaiga en las próximas décadas.
El director ejecutivo de la británica BP, Tony Hayward, llegó a
predecir que el petróleo, el carbón y el gas natural cubrirán en
torno al 80 por ciento de las necesidades energéticas mundiales en
el 2030.
La cotización del barril de Brent en el parqué londinense a las
10.35 horas GMT de este viernes se situaba en los 79,68 dólares,
inmune a los datos negativos sobre la economía británica que se han
conocido hoy y que muestran que el país sigue técnicamente en
recesión, para sorpresa de expertos y analistas. EFE