Londres, 11 feb (EFE).- El plan del Gobierno británico de elevar
la edad de jubilación gradualmente hasta los 68 años va a causar
problemas enormes para millones de ciudadanos porque tres cuartas
partes de los británicos van a estar demasiado achacosos como para
seguir trabajando.
Eso es lo que se desprende de un nuevo estudio encargado por el
propio Gobierno, según el cual los británicos más pobres viven como
media siete años menos que los más ricos, quienes a su vez gozan de
diecisiete años adicionales de buena salud con respecto a aquellos.
La esperanza de vida de los más necesitados ha crecido 2,9 años
en la última década en el Reino Unido, pero hay que hacer todavía
mucho más si se quiere elevar la edad de jubilación hasta los 68
años, como ha propuesto el Gobierno, señala el informe.
Hasta 2,5 años de vida se pierden cada año en Inglaterra debido a
las muertes prematuras consecuencia de la mala salud de los más
pobres.
El estudio, titulado "Sociedad Justa. Vidas Saludables" y que ha
dirigido por el profesor Michael Marmot, del University College de
Londres, reclama una reforma del sistema fiscal que permita una
mejor redistribución de la riqueza.
Los pobres pagan en impuestos un porcentaje más alto de sus
ingresos debido a los gravámenes indirectos como el IVA.
La mala salud afecta sobre todo a las personas que han perdido su
empleo, por lo que conseguir que la gente trabaje es vital, según el
informe, para reducir el foso existente entre ricos y pobres.
El Gobierno británico proyecta elevar la edad de jubilación
porque millones de trabajadores no consiguen ahorrar lo suficiente
para su vejez.
Según los planes actuales, en el caso de las mujeres, la edad de
jubilación aumentará gradualmente desde 60 hasta 65 años a partir de
2010.
A partir de entonces seguirá aumentando, tanto para los hombres
como para las mujeres, desde los 65 hasta los 68 años entre 2024 y
2046.
El Partido Conservador, en la oposición, aboga, sin embargo, por
medidas más drásticas para remediar el déficit presupuestario del
Reino Unido. EFE