Lisboa, 29 sep (EFE).- El presidente de Portugal, Aníbal Cavaco
Silva, abrió hoy con los democratacristianos la última jornada de
contactos con todos los partidos, ante la falta de acuerdo para
aprobar un presupuesto del Estado que ayude a superar la crisis
económica.
El dirigente del Partido Popular (CDS-PP), Paulo Portas, se
reunió con el jefe de Estado en el segundo día de contactos con las
fuerzas parlamentarias, convocadas de forma extraordinaria por
Cavaco tras la velada amenaza de dimisión que lanzó el Gobierno
socialista la semana pasada ante la falta de consenso sobre el
presupuesto para 2011.
Portugal debe cumplir en ese ejercicio algunos de los compromisos
más duros contraídos en marzo con Bruselas para reducir su déficit
desde el 9,3% registrado en diciembre pasado a menos del 3% en 2013.
La falta de acuerdo político se produce mientras la desconfianza
de los mercados hacia la deuda de Portugal registra máximos
históricos.
Sus obligaciones a diez años se negociaban hoy, según fuentes del
mercado, con una penalización del 6,58%, tras llegar a rozar el
martes el 6,7%, y una diferencia de 431 puntos base sobre el bono de
referencia alemán.
Cavaco guarda de momento silencio sobre sus gestiones, después de
reunirse ayer con las fuerzas marxistas que controlan una cuarta
parte del Parlamento y recibir hoy a democratacristianos y
socialistas y al principal partido de posición, el Social Demócrata
(PSD, centro-derecha), al que pertenece el propio jefe del Estado.
El presidente sólo ha expresado su empeño por contribuir "de
forma más explícita que en otras ocasiones" a que Portugal "no caiga
en una crisis política, porque eso tendría un efecto muy negativo en
los mercados".
Las consultas del jefe de Estado luso, que cohabita con el
Ejecutivo socialista de José Sócrates, se producen tras la polémica
protagonizada la semana pasada entre el Ejecutivo y el PSD sobre sus
desacuerdos en torno a unos presupuestos sujetos a fuertes recortes.
Los líderes de la izquierda con los que se reunió ayer el jefe de
Estado achacaron la amenaza de una crisis política y presupuestaria
a maniobras del Gobierno para lograr que se apruebe su programa
económico e insistieron en que debe haber un refuerzo de la política
social en Portugal.
El ministro de la Presidencia del Gobierno, Pedro Silva Pereira,
se mostró confiado en llegar a un acuerdo con el PSD, al que
consideró el "socio natural" para aprobar el presupuesto.
Pero el principal partido de la oposición conservadora se niega
por ahora a apoyar medidas anticrisis que incluyan nuevos aumentos
de impuestos -considerados por el Gobierno imprescindibles- y sólo
está dispuesto a respaldar reducciones de gastos.
El PSD apoyó, sin embargo, el plan económico presentado por
Sócrates a Bruselas en marzo, que incluye subidas de impuestos y
drásticos recortes del gasto estatal para reducir el déficit fiscal
luso y calmar a los mercados. EFE