México, 25 sep (EFE).- El Partido Revolucionario Institucional
(PRI) de México, con mayoría en la cámara de Diputados, consideró
que la subida de impuestos propuesta por el Gobierno en el proyecto
de presupuesto para 2010 es negociable "excepto en alimentos y
medicinas", dijo hoy a Efe el diputado Ildefonso Guajardo.
El legislador indicó que el proyecto oficial representa un
"problema serio, pues adolece de una visión para superar la crisis y
no plantea acciones para cerrar la brecha financiera y promover la
reactivación económica".
Afirmó que su grupo parlamentario está en un proceso de consulta
interna para presentar una contra propuestas al proyecto del
Gobierno, que debe ser aprobado por los legisladores antes del 15 de
noviembre.
"Lo que queda claro es que no se van a aceptar impuestos a
alimentos y medicinas", señaló el diputado.
Por su parte, el senador del izquierdista Partido de la
Revolución Democrática (PRD) Silvano Aureoles explicó a Efe que es
"inaceptable" el IVA disfrazado de impuesto contra la pobreza de un
2 por ciento adicional, sugerido por el Gobierno.
El pasado 8 de septiembre, el Gobierno de Felipe Calderón entregó
al Congreso su proyecto de programa económico que incluía los
Criterios de Política Económica, la Ley de Ingresos y el presupuesto
de gasto para 2010.
El proyecto económico destaca que la caída de la recaudación ha
obligado a proponer severos ajustes al gasto público, entre estos un
recorte por 218.000 millones de pesos (16.200 millones de dólares).
Pese al recorte, aún permanece un agujero fiscal por unos 300.000
millones de pesos (22.200 millones de dólares), los cuales se
pretende cubrir con aumentos a diversos impuestos, entre ellos a la
renta y a productos como el alcohol, el tabaco, telecomunicaciones,
juegos y sorteos.
Además, se propuso un impuesto denominado Contribución para el
Combate a la Pobreza, que gravará un 2% adicional y generalizado a
todo el consumo.
Los partidos de la oposición han rechazado esta propuesta y han
calificado el nuevo impuesto como "IVA disfrazado", que pretende
gravar también a alimentos y medicinas, hasta ahora exentos.
El Gobierno aseguró que esta contribución significará un ingreso
de 70.000 millones de pesos (unos 5.180 millones de dólares) que
serían dedicados a programas de combate a la pobreza, en tanto que
la oposición consideró que ese recurso sería usado con fines
electorales para 2012.
Los legisladores de dos principales partidos de oposición
aseguraron que sus respectivos grupos parlamentarios analizan
actualmente el proyecto económico del Gobierno y buscan los
mecanismos para lograr un buen acuerdo que permita superar la crisis
económica y evite que empeore la situación de la población.
Por su parte, Silvano Aureoles dijo que su partido no apoyará
ningún aumento de impuestos, pidió medidas de mayor ajuste en el
Gobierno y se pronunció por elevar el déficit fiscal del 0,5% al 4%.
"No aceptamos que se pretenda cobrar más impuestos a la
población", indicó.
Ambos legisladores coincidieron en que una posible fuente
recaudatoria sería eliminar la mayoría de exenciones fiscales, que
suponen una fuga de ingresos de unos 500.000 millones de pesos (unos
37.000 millones de dólares), y que equivalen al 4% del PIB, cifra
suficiente para cubrir las necesidades del gasto público.
Asimismo, señalaron que es urgente ampliar la base de
contribuyentes e incorporar a todos los sectores que están en la
economía informal. EFE