Lisboa, 26 jul (EFE).- El principal accionista nacional de
Portugal Telecom (PT), el Banco Espírito Santo (BES), se mostró hoy
a favor de encontrar una solución "rápida" para la venta de la
brasileña Vivo a Telefónica que evite los tribunales.
El presidente del BES, Ricardo Salgado, recordó en declaraciones
a los periodistas que "el Estado tiene la llave de la cuestión", en
alusión a la acción de oro en Portugal Telecom con la que el
Gobierno luso impidió el pasado día 30 de junio que PT vendiera a
Telefónica su 30% de Vivo.
Salgado considera que "PT debe invertir en Brasil" y su
institución está dispuesta a apoyar esa inversión, que puede ser en
la operadora Oi o en otra, señaló.
Pero la solución a la venta de Vivo "debe producirse rápidamente;
es muy malo ir a los tribunales", agregó Salgado, para quien un
pleito por causa de Vivo es perjudicial para todos, "principalmente
para los accionistas de PT y de Telefónica".
El directivo del BES destacó el "grandísimo potencial" que la
brasileña Oi puede significar para PT en el caso de que venda su
participación en Vivo pero puntualizó que si no es en esa compañía
la operadora lusa puede encontrar otras alternativas de inversión en
el país suramericano.
El presidente del BES se mostró confiado en que si PT mantiene su
presencia en Brasil, como desea el Estado luso, el Gobierno estará
de acuerdo con la venta a Telefónica del 30% de Vivo que tiene la
operadora portuguesa.
El BES es el principal accionista luso de Portugal Telecom, con
una participación del 7,99 por ciento, y espera, en materia de
reinversión en Brasil, que "una de las alternativas se materialice
rápidamente".
Salgado recordó que el presidente brasileño, Luis Inacio Lula da
Silva, "reafirmó que quiere a PT en Brasil".
Portugal Telecom (PT) negó la semana pasada haber alcanzado algún
tipo de acuerdo para invertir en la operadora brasileña Oi que
podría desbloquear la venta de Vivo.
Oi es la cuarta operadora móvil del país suramericano con una
cuota de mercado del 20% frente a algo más del 30% que tiene Vivo,
líder en ese segmento.
Las negociaciones sobre Vivo se interrumpieron cuando PT pidió
sin éxito el 16 de julio a Teléfonica una prórroga en la propuesta
de 7.150 millones de euros para hacerse con el control de la
compañía brasileña de móviles, que expiró ese día sin superar el
bloqueo a la operación por parte del Gobierno portugués.
Tres días después Telefónica dio a conocer su intención de
iniciar la disolución de Brasilcel, la compañía con la que la
empresa española y PT detentan, a medias, el 60% de Vivo.
La última oferta de la compañía española para hacerse con Vivo
fue anunciada el 29 de junio y era la tercera que hacía tras su
primera propuesta del pasado 6 de mayo por 5.700 millones de euros,
que después aumentó el 1 de junio a 6.500 millones. EFE