Londres, 8 feb (EFE).- Una veintena de directivos de alto rango
de empresas británicas y españolas se reúnen hoy en el Parlamento de
Londres con políticos de ambos países para intentar facilitar las
inversiones y buscar maneras de salir de la crisis.
El encuentro, celebrado en una sala de la Cámara de los Lores, ha
sido organizado por la Cámara Británica de Comercio (BCC) en España,
coincidiendo con la presidencia española de la Unión Europea, y es
el primero de este tipo que tiene lugar en la sede parlamentaria.
La presencia de algunos de los principales hombres y mujeres de
negocios de España y el Reino Unido y la implicación de diputados de
varios partidos muestra no sólo la relevancia de la reunión, sino
también la preocupación existente por el actual contexto económico.
"Queremos asegurarnos de que los canales de comunicación con los
Gobiernos están abiertos", afirmó en una rueda de prensa previa la
presidenta de la BCC y representante de Burberry en España, Karen
Stock.
Entre otros, participan en la cita los directores o consejeros
delegados del Abbey-Santander, António Horta-Osório; Iberia, Antonio
Vázquez; FCC, Baldomero Falcones; Teléfonica, Calos López; la Caixa,
Juan María Nin; o Ferrovial, Nicolás Villén.
Entre los británicos, están presentes el CEO (consejero delegado)
de British Airways, Willie Walsh, el de la aseguradora médica BUPA
(Sanitas), Ray King, y Robin Phillips, del banco HSBC.
En representación del Gobierno británico se encuentran el
secretario de Estado para Europa, Chris Bryant, y el de Comercio,
Mervyn Davies of Abersoch, mientras que, por parte española, acuden
los diputados Félix Larrosa, Soledad Becerril y Jordi Xuclá.
Uno de los moderadores del evento, el lord británico Daniel
Brennan, señaló la importancia de estrechar los vínculos entre dos
países que, aunque tal vez en los últimos años se hayan distanciado
por sus respectivas políticas exteriores, en la actual situación de
crisis comparten muchas circunstancias.
Los dos se han visto gravemente afectados por la recesión y han
visto cómo explotaban sus burbujas inmobiliarias, si bien en el caso
de España ésta llegó a suponer más de un 15 por ciento de su
Producto Interior Bruto (PIB), frente al 9 por ciento en el Reino
Unido.
En contrapartida, Gran Bretaña, que acaba de salir técnicamente
de la contracción con un crecimiento del 0,1 por ciento en el último
trimestre de 2009, es mucho más dependiente del sector financiero y
ha invertido billones de libras en rescatar al sector, con el coste
de un alto déficit que se calcula que este año llegará a 178.0000
millones de libras (203.000 millones de euros).
Stock, de la BCC, reconoció a los periodistas que, para las
empresas británicas establecidas en España, una de las principales
preocupaciones es la falta de flexibilidad del mercado laboral, así
como la educación universitaria, "que no satisface las necesidades
de la empresa".
La excesiva burocracia y regulación es una inquietud para los
negociantes de los dos países, y a las empresas españolas ubicadas
en Gran Bretaña les preocupa sobre todo "la estabilidad monetaria",
debido a la fluctuación de la libra, y los tipos de interés.
Todos quieren transmitir a los Gobiernos -que, por cierto, en el
Reino Unido se enfrenta a unas elecciones generales como muy tarde
en junio- la necesidad de "medidas urgentes y concisas" para salir
de la crisis.
En declaraciones a EFE antes de la reunión, Nicolás Villén,
consejero delegado de Ferrovial aeropuertos, dijo que es importante
ver "cómo se puede mejorar la presencia de las empresas españolas en
el Reino Unido y de las británicas en España".
En cuanto a su situación en este país, donde Ferrovial tiene
varios intereses como propietaria de la gestora aeroportuaria BAA y
su participación en Tube Lines, gestora del metro londinense, afirmó
que "va bien", pese a los contenciosos que tiene abiertos por varios
asuntos.
"Siempre que tienes mucha presencia en un país tienes problemas,
en España también los tenemos, pero, en general, estamos en el Reino
Unido porque tiene un sistema de justicia magnífico, como se ha
demostrado con los contenciosos que hemos ganado", declaró.
La comisión de competencia obligó a BAA a venderse los
aeropuertos de Gatwick -que posee ahora Global Infrastructure
Partners- y Stansted, si bien el grupo español ha podido de momento
conservar éste último tras ganar un recurso en el que demostró que
uno de los miembros de la comisión tenía un conflicto de intereses.
Por su parte, el consejero delegado de British Airways, Willie
Walsh, uno de los pilares de la fusión con la española Iberia, dijo
a EFE antes de la reunión en Westminster que "hay muchas cosas que
los Gobiernos podrían hacer para estrechar la relación empresarial
entre los dos países y mejorar el clima de negocio".
"Pueden, por ejemplo, simplificar la regulación, facilitar las
cosas a las empresas, recortar la burocracia que a todos nos cuesta
dinero", sugirió.
"Tengo la confianza de que los Gobiernos escucharán lo que las
empresas tengamos que decirles y nos facilitarán las cosas", añadió,
para precisar que él particularmente no tiene ninguna propuesta en
cuanto a flexibilizar la normativa laboral, pese a las dificultades
que afronta BA para recortar su plantilla ante la crisis. EFE