Londres, 17 jun (EFE).- Una compañía brasileña, CRELUZ, y una
nicaragüense, TECNOSOL, figuran entre los seis finalistas de los
prestigiosos premios Ashden, que se conceden anualmente para
reconocer los esfuerzos medioambientales de las empresas.
Los organizadores dieron a conocer hoy los nombres de los seis
finalistas, entre los que figuran también firmas innovadoras en este
terreno radicadas en Kenia, Holanda, Vietnam e India.
El ganador, que recibirá un premio de 140.000 libras (213.000
dólares), lo dará a conocer el naturalista británico David
Attenborough en una ceremonia en Londres el 1 de julio.
CRELUZ es una cooperativa fundada en 1966 y basada en el sur de
Brasil, cuyos miembros operan seis microplantas hidrológicas, que
aprovechan la energía generada por la corriente de agua de los ríos
para dar electricidad a diversas comunidades de la región.
El proyecto ha mejorado la vida de 80.000 personas, especialmente
de las clases más desfavorecidas, que tienen electricidad gratis, lo
que ha redundado en una reducción de la emigración rural.
Utilizando esta fuente de energía, en lugar de grandes plantas
hidrológicas, combustibles fósiles o generadores de diesel, se evita
anualmente la emisión a la atmósfera de 7.000 toneladas de CO2.
La nicaragüense TECNOSOL es una empresa comercial fundada hace 12
años para proveer productos relacionados con la energía solar a
comunidades rurales que no tienen acceso a una red eléctrica fiable.
En este tiempo, TECNOSOL ha vendido más de 40.000 sistemas de
generación de energía solar domésticos, así como refrigeradores,
congeladores, bombas de agua y calentadores de agua impulsados por
el sol, mejorando la vida de 288.000 personas.
"Las comunidades que previamente carecían de electricidad pueden
ahora iluminar sus casas, mantener la comida fresca, operar sus
instalaciones médicas y disfrutar la televisión", destacó la
organización de los "Ashden Awards for Sustainable Energy".
TECNOSOL tiene 17 sucursales presentes en todo Nicaragua y se
está expandiendo a El Salvador y Honduras, empleando a 75
trabajadores y con un volumen de negocio de 3,1 millones de dólares.
Los organizadores recordaron que 2.500 millones de habitantes del
planeta no tienen acceso a combustibles modernos y tienen que
recurrir a la madera o el carbón para cocinar.
Además, casi una cuarta parte de la población mundial -1.600
millones de personas- vive sin acceso a la electricidad.
Por eso, estos premios quieren reconocer la tarea de las
entidades innovadoras a la hora de utilizar energías sostenibles y
de generar grandes beneficios para comunidades desfavorecidas.
"Estos finalistas ponen de relieve la importancia de las
iniciativas locales en materia de energía sostenible, reduciendo las
emisiones de CO2 y haciendo frente de manera directa a la pobreza y
a la falta de acceso a recursos vitales", manifestó en un comunicado
Sarah Butler-Sloss, directora fundadora de los Ashden Awards. EFE