Mar Gonzalo
Nueva York, 18 feb (EFE).- Grandes empresas como Microsoft y
Amazon, así como varios Gobiernos europeos, pidieron hoy a la
Justicia estadounidense que rechace el acuerdo firmado por Google
con editores y autores de este país para crear la mayor biblioteca
virtual de la historia.
Sin embargo, el juez de Nueva York que revisa el pacto, y que hoy
empezó a escuchar los argumentos de las partes, advirtió de que
mantiene "la mente abierta" y no tomará una decisión precipitada
sobre un arreglo que, según sus detractores, viola la legislación de
derechos de autor y otorga a Google una situación privilegiada.
"Para acabar con el suspense, hoy no tomaré una decisión",
anunció el magistrado Denny Chin al comenzar una larga vista en el
tribunal federal de Manhattan en la que pidieron intervenir más de
una veintena de empresas, asociaciones y Gobiernos.
El acuerdo que se revisa es el firmado en octubre de 2008 entre
Google, el Gremio de Autores y la Asociación de Editores
Estadounidenses, por el que el buscador de internet más utilizado
del mundo pagaría 125 millones de dólares por los derechos digitales
de millones de obras para poder ofrecerlas como libros electrónicos
y audiolibros.
A cambio retribuiría a editores y autores con el 63% de los
beneficios obtenidos por ello.
En noviembre las partes revisaron ese convenio y acordaron
reducir el número de libros incluidos, en un fracasado intento de
acallar las críticas suscitadas, incluidas las del propio
Departamento de Justicia de Estados Unidos, que también se pronunció
este jueves en la corte en contra de la iniciativa.
Esa dependencia fue la que llevó el pacto ante los tribunales en
septiembre de 2009, junto con las autoridades de cinco estados del
país, por considerar que podría violar la legislación antimonopolio.
Entre quienes tomaron hoy la palabra, lo hicieron para
pronunciarse en contra abogados de la tienda virtual Amazon, que
comercializa el lector de libros electrónicos Kindle, y Microsoft,
que compite con Google a través de su buscador Bing y argumentó que
el acuerdo refuerza el dominio de la firma californiana.
Representantes de Francia y Alemania defendieron por su parte el
proyecto Europeana, que impulsa la digitalización de las obras
europeas, y explicaron que éste respeta la legislación regional de
los derechos de autor y requiere del permiso expreso previo de
quienes los detentan.
También pudieron pronunciarse en contra del texto representantes
de Yahoo, el Gremio de Libros Infantiles, la Escuela de Derecho de
Berkeley de la Universidad de California, Questia Media, AT&T, la
Sociedad de Autores de Nueva Zelanda y Consumer Watchdog, entre
otros.
El juez explicó que ha revisado una cantidad muy voluminosa de
material aportado por las diferentes partes y aseguró mantener "la
mente abierta" y estar dispuesto a "escuchar con atención" a las
partes porque "hay demasiado que digerir", con lo que la decisión
final se demorará, detallaron los medios locales y algunas partes
implicadas mientras se celebraba la vista.
En el registro electrónico del tribunal se han incluido más de
quinientas observaciones sobre el acuerdo que permitiría la creación
de la mayor biblioteca virtual del mundo.
Entre las partes que se pronunciaron a favor del acuerdo destaca
la empresa Sony, que fabrica su propio lector de libros electrónicos
(en competencia con el Kindle de Amazon) y que considera que este
pacto favorece el desarrollo de ese nicho de mercado.
Como esta compañía, en el orden del día también figuraban para
respaldar el acuerdo la Federación Nacional de Invidentes, el
Instituto de Propiedad Intelectual y Justicia Social de la Facultad
de Derecho de la Universidad de Howard (Washington), la Biblioteca
de la Universidad de Michigan y el Centro para la Democracia y la
Tecnología.
Todas estas partes consideran que, de una forma u otra, la
iniciativa de Google les beneficia, según defendieron en un tribunal
que, ante la gran afluencia de público y participantes, habilitó una
segunda sala donde las comparecencias fueron retransmitidas por
circuito interno.
En la documentación registrada en el archivo electrónico del
tribunal, Google argumenta que el pacto permite la creación de "la
mayor biblioteca de la historia" y recuerda que la idea es pagar a
los autores un porcentaje fijo por cada descarga de alguno de sus
libros.
Además, defiende que se trata de una iniciativa en pro del
conocimiento de la Humanidad y asegura seguir la política de retirar
de inmediato cualquier libro cuyo autor así lo pida.
La semana pasada se conoció que Google retiraría de su biblioteca
on line un centenar de obras francesas de la editorial La Martinière
que había incluido sin autorización en su polémico catálogo de
libros digitales, después de que se lo exigiera la Justicia de ese
país. EFE